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La alimentación complementaria en la infancia, y el cuándo introducir determinados alimentos para evitar posibles alergias, es un tema en continua revisión. Durante varias décadas, la evitación deliberada de los frutos secos ha llevado comprensiblemente al temor de los padres a una introducción temprana, por lo que aplicar este tipo de introducción a toda la población requiere una educación considerable de los profesionales de la salud y las familias. La incidencia de la alergia al cacahuete se ha triplicado en los últimos años, y es más común en niños con eccema y alergia al huevo.
Los consejos sobre la alimentación complementaria han cambiado a lo largo de los años. La guía más reciente indica la lactancia materna exclusiva o fórmula infantil durante los primeros seis meses de vida, introduciendo frutos secos entre los 6 y los 12 meses.
Un análisis de Graham Roberts, profesor de Alergia pediátrica en la Universidad de Southampton y Gideon Lack, profesor de Alergia pediátrica en King’s College, London, encontró que la alergia al cacahuete podría reducirse en un 77% si se agregaran productos de cacahuete a todos los alimentos para niños a los 4-6 meses. Su modelo encontró que los productos de cacahuete deben introducirse a los 4 meses para niños con eccema y a los 6 meses para aquellos sin eccema.
Se incluyeron datos del estudio Learning Early About Peanut Allergy (LEAP) y el estudio Inquiring about Tolerance (EAT) y datos no publicados del estudio observacional Peanut Allergy Sensitization. El estudio LEAP examinó la introducción temprana de productos de cacahuete en 640 lactantes con alto riesgo de desarrollar alergia al cacahuete, mientras que el estudio EAT investigó la introducción temprana de seis alimentos alergénicos (cacahuete, leche, sésamo, pescado, huevos y trigo) en 1.303 individuos de bajo riesgo. Se demostró que se puede lograr un mayor beneficio si las pautas se dirigen a toda la población. Dirigirse solo a los lactantes de mayor riesgo con eccema grave redujo la carga de enfermedad de la población en solo un 4,6% y esperar para introducir productos de cacahuete hasta los 12 meses de edad conduciría a una reducción de solo el 33%.
Sin embargo, los investigadores encontraron que no había suficiente evidencia para la creencia de que si la madre come productos con cacahuete durante el embarazo o la lactancia se ofrece protección al lactante contra la alergia a dicho producto.