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Covirán ha implementado una serie de medidas innovadoras para proteger el medio ambiente, logrando reducir las emisiones a la atmósfera en 1.354 toneladas de CO2 sólo en el último año. Son acciones que refuerzan su compromiso con la sostenibilidad, con una apuesta decidida por la reducción de los residuos, el uso de energías renovables y la búsqueda de eficiencia logística.
Una parte del esfuerzo inversor de la cooperativa se ha destinado en los últimos años a la modernización de los puntos de venta y a la mejora de la eficiencia energética en la red logística. Entre las actuaciones más destacadas figura la instalación de plantas fotovoltaicas en la sede central de Granada y en la plataforma de Vitoria con intención de extender la producción de energía limpia al resto de centros logísticos.
De manera simultánea, se ha incorporado tecnología de gestión logística avanzada y vehículos eléctricos para reducir la huella ambiental en las rutas de distribución, lo que ha permitido reducir el consumo de combustible al seleccionar trayectos más cortos y aprovechar mejor la carga de los camiones con los pedidos de los socios.
También tiene una influencia positiva la compra de productos de proximidad que reduce de forma significativa la huella de carbono asociada al transporte. Esta colaboración con proveedores locales refuerza el compromiso de Covirán con el medio ambiente, promoviendo prácticas agrícolas sostenibles y minimizando el impacto a lo largo de toda la cadena de suministro.
La combinación de distintas estrategias, entre las que se incluye la ayuda a los socios de los supermercados en asesoramiento energético para obtener ahorro, le ha permitido a la cooperativa cumplir con el objetivo de mitigar el impacto ambiental que genera su actividad.
En el Día Internacional contra el Cambio Climático, que se conmemora el 24 de octubre, el presidente de Covirán, José Antonio Benito, ha reconocido que la lucha para proteger el medio ambiente requiere del esfuerzo colectivo. “Por eso, también trabajamos para concienciar a nuestros socios y clientes sobre la importancia de tomar decisiones sostenibles en su día a día”, ha precisado.
A lo largo del año se realizan acciones contra el desperdicio alimentario en las que participan los socios y los trabajadores, como son los talleres de reaprovechamiento de alimentos.
José Antonio Benito: “Como cooperativa, entendemos que nuestra responsabilidad no solo se limita a ofrecer productos de calidad, sino también a preservar y restaurar los recursos naturales. Al sumarnos a esta iniciativa, contribuimos a la recuperación de ecosistemas vitales, generando un impacto positivo que beneficiará a las generaciones futuras”
También se ha mejorado la gestión del stock en plataformas de distribución y supermercados para evitar el despilfarro. Los excedentes se reparten de forma habitual entre entidades sin ánimo de lucro. Como novedad, cada vez son más los socios en España y Portugal que colaboran con Good to Go, una aplicación informática que conecta las tiendas con usuarios registrados que optan por comprar alimentos que pueden acabar en la basura.
Hoy la cooperativa produce menos residuos y recicla más: el 85,9% de los desechos que en 2023 generó su actividad se sometió a tratamiento para su reutilización. El cartón continúa siendo el residuo no peligroso que más se acumula y recupera, con un total de 988,8 toneladas. Otros materiales reciclados incluyen pallets de un solo uso (503,92 toneladas), plástico (183,24) y productos cárnicos (26,96).
Gracias también a la participación activa de los socios, se logró recuperar 1,5 toneladas de baterías usadas. A esto se suman otras 3,5 de pilas, de las cuales cerca de 3 se depositaron en los contenedores de cien supermercados que se han unido a las iniciativas medioambientales de la cooperativa.
Otra de las acciones destacadas de responsabilidad social corporativa está relacionada con su participación en la reforestación de espacios para preservar la biodiversidad de los entornos urbanos, como es el caso del Parque de la Cooperación de Granada donde el pasado año se plantaron 3.800 árboles de especies autóctonas en el marco de un convenio entre el Ayuntamiento de Granada y la Fundación Plant-for-the-Planet.
“Como cooperativa, entendemos que nuestra responsabilidad no solo se limita a ofrecer productos de calidad, sino también a preservar y restaurar los recursos naturales. Al sumarnos a esta iniciativa, contribuimos a la recuperación de ecosistemas vitales, generando un impacto positivo que beneficiará a las generaciones futuras”, ha explicado José Antonio Benito.