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Tras sustituir de forma temporal sus míticas vacas lilas por las vacas reales de origen alpino en sus envoltorios, ahora, la marca de chocolates Milka ha apostado por presentar las claves de su cremosidad. Lo ha hecho con la recreación de una auténtica granja alpina suiza hecha a partir de figuras de chocolate que situó durante unos días en una calle madrileña.
Según explican desde Milka, una de las claves de esta cremosidad "reside en la leche empleada procedente de vacas alpinas que son cuidadas con gran mimo y criadas en pequeñas granjas familiares por ganaderos, que comparten los mismos valores que la marca". De esta forma, la marca ha presentado su nueva campaña en la que puede verse dónde viven y cómo son tratadas Lola, Lotta, Katja o Marisa, algunas de las protagonistas con las que Milka hace su chocolate.
“Desde hace más de 120 años, la leche de las vacas de Milka es leche 100% alpina, procedente de pequeñas granjas familiares con una media de 60 vacas cada una, situadas en un radio de 100 km dentro de la región alpina”, ha asegurado Roberto Cappato, Senior Brand Manager de Milka en España.
La compañía ha recreado una granja de chocolate, hecha a partir de chocolate Milka, que previamente ha sido atemperado para realizar las diferentes formas.
La granja de chocolate Milka ha permanecido abierta hasta el domingo 9 de febrero con el objetivo de que todo el que quisiera pudiese sumergirse en un mundo de chocolate y disfrutar de diferentes talleres en los que aprender a hacer figuras con chocolate y decorarlas; así como recrear animales típicos de la granja. Todo ello, de la mano del maestro chocolatero Nacho Gómez y la influencer y repostera Alma Cupcakes.