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El 22º Congreso Aecoc de Prevención de la Pérdida ha reunido, este jueves en el Novotel Madrid Center, a más de 150 directores de seguridad, loss prevention managers y autoridades policiales para analizar el impacto de la pérdida desconocida -hurtos comerciales y errores administrativos- sobre el negocio del Gran Consumo y compartir estrategias de éxito para reducir su incidencia. En la inauguración, el director de cadena de suministro de Aecoc, Alejandro Sánchez, ha alertado sobre la alarmante evolución de los delitos digitales y su potencial impacto sobre el sector de la distribución. “Aunque el fraude informático aún tiene un peso escaso con respecto a otro tipo de hurtos, su crecimiento se está disparando, llegando a ser del 46% en 2018”, apuntó.
La generación de pérdidas derivadas de la digitalización del retail y la omnicanalidad es un fenómeno reciente sobre el que el Congreso ha puesto el foco. La atomización de los canales de venta dificulta la gestión del stock y multiplica los riesgos, ya sea por errores administrativos o por la proliferación de fraudes en las formas de pago, devoluciones o uso de tarjetas de fidelización, por ejemplo.
Pero el fraude digital es solo una de las variables dentro de la pérdida desconocida, que tiene un impacto equivalente al 0,8% de la facturación anual de la distribución. Tal y como ha recordado Sánchez, cada año se pierden unos 1.800 millones de euros por este fenómeno, de los que el 78% corresponden a hurtos -58% externos y 20% internos- y el 22% a errores de gestión. “Se trata de una cifra que daña a la productividad de las empresas y que debe preocupar también a los ciudadanos, ya que supone un sobrecoste de 100 euros al año por hogar”, ha apuntado el portavoz de Aecoc.
Al impacto de la pérdida desconocida sobre la facturación de las empresas hay que sumar las inversiones que éstas hacen en sistemas de prevención, que equivalen al 0,6% de las ventas de los distribuidores, y que en las categorías más afectadas, como gasolineras y detallistas de ferretería y bricolaje, superan el 1% de su negocio.
Sánchez ha destacado el descenso del 0,75% anual de los hurtos en España en los últimos cuatro años. Sin embargo, ha apuntado al fenómeno de concentración que está produciendo en las grandes ciudades. En este mismo periodo temporal, los robos en Madrid han crecido a un ritmo del 1,27% anual, mientras que en Barcelona lo han hecho al 4%, con un repunte del 10% en 2018. “El asalto a turistas es la principal explicación de esta evolución, pero los delitos en comercios también han crecido porque son vasos comunicantes. La delincuencia se desplaza de un terreno a otro con facilidad”, ha explicado.
El 22º Congreso AECOC de Prevención de la Pérdida reunió a más de 150 directores de seguridad y loss prevention managers para analizar el impacto de los hurtos sobre el negocio de la distribución
Es por eso que Sánchez ha recordado las peticiones de Aecoc para revisar el tratamiento del hurto en la legislación. La Asociación encabeza las reclamaciones por una reforma urgente del Código Penal para abordar la multirreincidencia del delito leve de hurto -aquellos en los que el valor de lo sustraído no supera los 400 euros- para convertirlo en un delito agravado y, así, sancionar severamente la delincuencia profesional y organizada.
Sánchez ha concluido que la aplicación de estrategias y políticas que permitan rebajar la pérdida conocida hasta los niveles de países líderes de la Unión Europea supondría un ahorro de 700 millones de euros al año. “La pérdida desconocida es una amenaza a la eficiencia y la competitividad del sector, reduce la capacidad inversora de las empresas, su potencial de crecimiento, la generación de empleo, y, en el caso de las pymes, puede poner en riesgo su viabilidad”.
El 22º Congreso de Prevención de la Pérdida ha dedicado una mesa de debate a analizar la seguridad en carretera. El Jefe del Grupo de Patrimonio de la Unidad Técnica de la Guardia Civil, el capitán David Aguilar, ha destacado como en los últimos años ha caído el número de asaltos en carretera reportados y, en 2018, el 99% de los hurtos fueron con fuerza, por solo un 1% de casos en los que hubo violencia. Según los datos de la Guardia Civil, los alimentos son los artículos más robados -en un 86% de los casos-, seguidos de paquetería (73%) y bebidas alcohólicas (47%).
El representante de la Guardia Civil ha advertido sobre la proliferación de nuevos modos de actuación de las bandas organizada, como el sistema ‘policía full’, en la que los delincuentes se disfrazan de policías para detener a potenciales víctimas y hacerse con la mercancía, o los ‘surferos’, en los que el vehículo de la banda se acerca en marcha a la parte trasera del vehículo para sustraer la carga.
La Inspectora Jefa de delitos contra el patrimonio del Cuerpo Nacional de Policía, Victoria Serrano, ha destacado que casi el 40% de los casos se produce en la Comunidad de Madrid. Por otra parte, según los datos de la Policía Nacional, el 56% de los delitos en carretera se producen contra camiones, por un 37% que se dirige a las furgonetas de reparto. Serrano también ha remarcado que el 81% de los autores de este tipo de hurtos son españoles, y un 94% son hombres.
En la parte de las empresas, el director general de operaciones de LG Electronics España, Gabriel Mesas, ha alertado sobre la imagen que este tipo de delitos proyectan sobre el país. “Fuera nos comparan con países con problemáticas graves, como Brasil y Suráfrica, y no con el resto de Europa, donde este tipo de asaltos no ocurren”. Mesas también ha destacado que el problema de los asaltos en carreteras es estructural y que tiene que ver con las condiciones de los propios transportistas. “La mayoría de chóferes tienen unas condiciones de vida y trabajo muy complicadas y llevan una carga de 400.000 euros en producto, por lo que la tentación de la connivencia con bandas organizadas es muy alta y difícil de parar”.
El portavoz de LG y el director de seguridad de Dachser Iberia, Eugenio Díaz-Maroto, han coincidido en la necesidad de reforzar los sistemas de seguridad en carretera. “Un país que quiere ser una potencia logística no puede tener un número de parkings de seguridad tan bajo como el que tenemos en España, y con unos controles tan irrisorios”, ha expuesto Díaz-Maroto.
El directivo también ha lamentado el bajo castigo que tienen los delitos contra el patrimonio. A este argumento se ha sumado el director de seguridad en España y Portugal de DHL Express, que ha expresado “las dificultades que tenemos para movilizar a los cuerpos de seguridad para detener fenómenos como el de los surferos cuando se producen”, y ha pedido trabajar para mejorar los sistemas de colaboración.
El número de hurtos en España decrece a un ritmo del 0,75% en los últimos cuatro años, excepto en las grandes ciudades como Madrid y Barcelona, donde aumentan al 1,27% y al 4% anual respectivamente
Las empresas convocadas en el Congreso han debatido también sobre los retos que abre el nuevo entorno digital y omnicanal en el que se mueve el retail actual en términos de pérdida desconocida y control del inventario. “Este nuevo contexto online afecta a la gestión del stock y, el gran reto, es ser creativos en el diseño de nuevos procesos válidos para esta nueva realidad y que sean conocidos por el personal”, ha indicado el director legal de Kiabi España, Francisco Bernabéu, que ha asegurado que “el fraude online aún es menor comparado con el robo en tienda”.
El loss prevention manager de Game, Arturo Huaman, ha cifrado en un 0,14% la pérdida que el distribuidor de videojuegos y electrónica tiene proveniente del canal online. Por eso, ha coincidido en que el principal reto es evitar los errores administrativos y el posible hurto interno. “Los inventarios deben ser muy fiables, ya que, si un cliente viene a nuestras tiendas a por un producto que ha visto disponible en la web y no lo encuentra, perdemos un cliente y una venta”.
En este sentido, el director de control de Stock de Mango, Miguel Rivero de Aguilar, ha asegurado que “la tecnología RFID es hoy la herramienta que te permite un mejor control sobre el stock de artículos y dar al cliente una respuesta sincera sobre la disponibilidad del artículo”.
Rivero de Aguilar también ha indicado que el principal delito que se produce en el mundo online es el fraude en las formas de pago. “Hemos tenido que crear una herramienta específica sobre formas de pago para identificar a los buenos clientes y arrinconar a los que tratan de engañarnos, y eso nos ha llevado a un incremento de las ventas digitales y una mayor satisfacción de los compradores honestos”, ha concluido.