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Los consumidores son conscientes del problema que supone el desperdicio alimentario, y un 87% se siente mal cuando se estropea un producto en la nevera; la cifra de los que intentan reutilizarlo asciende a un 77%. Son algunos de los datos del estudio "Hábitos de aprovechamiento de los alimentos", elaborado por la Asociación de Empresas de Gran Consumo (Aecoc) para conocer los hábitos de desperdicio de los españoles.
7 de cada 10 consumidores muestra una actitud favorable a guardar las sobras para cocinar otros platos
El estudio muestra también que más del 50% de los consumidores declara comprar más alimentos de los que esperaban, y casi el 30% tiene la percepción de acabar siempre tirando comida. Algo a lo que aún no estamos acostumbrados es a prevenir el desperdicio cuando salimos a comer fuera, ya que sólo el 14% de los encuestrados pide llevarse las sobras en el restaurante.
A día de hoy, el desperdicio alimentario en los hogares españoles asciende a 1.325,9 millones de kilos al año, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Los cinco diferentes tipos de consumidor
El estudio ha definido cinco tipos de consumidor frente al desperdicio de alimentos según los diferentes hábitos de consumo. En primer lugar, destacan los Reaprovechadores; este tipo de consumidor, que constituye el 32% del total, es consciente del desperdicio alimentario y su actitud ante el problema es la de reaprovechar la comida, ya que un 22% no tira nada y un 54% poco. Hacen todo lo posible para sacar el mayor provecho a sus alimentos y un 69% elabora recetas creativas y nutritivas con las sobras. En general, los reaprovechadores prefieren hacer compras grandes y menos frecuentes que el resto de los grupos, y un 47% de ellos consume los productos una vez superada la fecha de consumo preferente.
Los reaprovechadores son los que peor se sienten cuando se les estropea un producto en la nevera (94%)
El segundo grupo sería el de los Foodwaste generators: suponen el 21% del total y son los que más comida desechan, ya que un 11% tira mucho y sólo un 4% no tira nada. Entre sus componentes hay un mayor porcentaje de jóvenes y de hogares unipersonales. Son el grupo con peor planificación y control ya desde el momento de la compra: se dejan influenciar por las promociones que encuentran en los puntos de venta y son los más compradores por internet con un 24%. Presentan un mayor desperdicio en todos los tipos de alimento, pero especialmente en fruta y vegetales (49%).
Por otro lado, los Busca caprichos representan un 16% del total. Son hogares con más mujeres (77%) responsables de la compra, y en un 58% residen en zonas urbanas, tampoco planifican la compra con antelación y son fácilmente influenciables por las novedades, descuentos y promociones en el punto de compra. Un 78% de los "busca caprichos" acaba comprando más de lo que esperaba, sin embargo, son los que tienen mayor percepción de que los alimentos son cada vez más caros (89%) y, por ello, un 80% busca más ofertas en alimentación superando en esta tendencia a los otros grupos. Pese a esto, un 36% se da un capricho todos los días. A un 84% le gusta probar nuevos productos y sabores, y son los que más compras pequeñas y frecuentes hacen (82%).
Los "price driven" son los menos dados a probar nuevos productos y sabores, sólo un 27%
El grupo más sensible al ahorro son los Price driven, en donde entraría el 16% de los consumidores en hogares con pocos ingresos. Para ellos, el precio es un factor decisivo a la hora de realizar la compra y consideran que cada vez los alimentos son más caros y por ello son los que más han reducido su gasto en alimentación (40%). Un 93% de los miembros de este grupo se siente mal cuando se les estropea un producto en la nevera y son, junto a los reaprovechadores, los que menos tiran con un 22%. Un 70% declara tirar poco o nada ya que no generan sobras y un 28% sólo tiran alimentos de poco valor. Además, suelen realizar todas las comidas en casa y apenas comen en un restaurante, cuando salen son los que más llevan su propia comida (79%).
Por último, los consumidores Eco friendly suponen el 15% de los encuestados, y en el 48% de los casos son parejas con hijos. En cuanto a sus hábitos a la hora de adquirir alimentos, un 81% dedica más tiempo a hacer compras pequeñas y frecuentes. De todos los grupos son los que prefieren las tiendas tradicionales, de barrio y mercados (49%) y sólo un 2% compra por internet. El 82% se declaran seguidores de la dieta mediterránea y tienen conductas de planificación de compra y sostenibilidad. Sin embargo, gestionan peor las sobras y su desperdicio alimentario supera al de la media, ya que sólo un 51% afirma tirar poco o nada. El 87% de los eco friendly recicla y reutiliza todo lo posible, superando a todos los demás grupos.