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Los fabricantes que forman parte de la doble IGP Mantecados de Estepa y Polvorones de Estepa llevan ya semanas trabajando en la puesta a punto de toda la maquinaria y el aprovisionamiento de materias primas para la campaña de Mantecados y Polvorones, corroborando la subida de todos los precios, así como la subida en el transporte y en la energía, que ya sufrió el sector en 2021.
“En 2021 Estepa consiguió datos pre-pandemia y en 2022 se pretende seguir sumando para que las cifras de empleo en Estepa y su comarca sean las mejores. Un empleo que es, como cada año, mayoritariamente femenino, ya que las plantillas de nuestras fábricas están compuestas, en un 85%, por mujeres”, explican sus portavoces.
Un sector que ha obtenido el reconocimiento por parte de la Unión Europea de dos Indicaciones Geográficas Protegidas, primero la del Mantecado de Estepa y después la del Polvorón de Estepa. Estas certificaciones de calidad europeas garantizan al consumidor la calidad de los productos amparados por ellas, avalando productos con garantía de origen, prestigio y tradición. Sellos que, además, contribuyen al desarrollo del sector primario y a la protección de las áreas geográficas productoras.
Los productores han de cumplir requisitos muy concretos, comprometiéndose a mantener la calidad lo más alta posible, además de ciertos usos tradicionales en la producción. A cambio, obtienen protección legal contra la producción o elaboración de esos productos, aunque se utilicen los mismos ingredientes y procedimientos.
Con la llegada del otoño, en Estepa aumenta sustancialmente el número de visitas para conocer sus fábricas y degustar los mantecados y polvorones de Estepa en tiendas, preparando así la Navidad. Esas visitas permiten también que el turismo sea un factor de desarrollo económico local, gracias a que estas personas se quedan en la localidad para conocer su patrimonio, comprar en sus tiendas o comer en sus establecimientos hosteleros.