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El Grupo Lactalis cuenta con un equipo de Calidad compuesto en España por más de 150 profesionales, la compañía trabaja cada día para ofrecer a los consumidores la máxima seguridad en todos sus productos. De hecho, tal y como explican desde la propia empresa, los controles se inician incluso antes de que la leche llegue a sus plantas y se extienden hasta que los productos llegan al lineal. Cada lácteo de Grupo Lactalis pasa un mínimo de 80 controles y análisis de calidad y seguridad.
“La política de calidad de Grupo Lactalis incluye la realización de controles y análisis microbiológicos que cubren todas las etapas del proceso de elaboración de alimentos lácteos, con un mínimo de 80 controles y análisis diferentes, por ejemplo, en el caso de los quesos, desde que la leche se va a recoger y se recibe hasta que el producto llega al lineal. A través de los datos obtenidos en nuestros controles podemos prevenir problemas en el futuro y mejorar nuestros procesos. La mejora continua forma parte del ADN de Grupo Lactalis”, explica Ignacio Bernáez, director de Calidad de Lactalis Forlasa.
En primer lugar, el equipo de recogida de leche realiza un trabajo fundamental y cercano con las ganaderías para que la materia prima llegue a las plantas en condiciones óptimas. Aun así, en la recepción de cada cisterna se realizan alrededor de 10 controles adicionales de calidad y seguridad antes de la descarga.
Enrique García Ayuso: “Aparte de estos controles rutinarios en todas las producciones, Grupo Lactalis cuenta con un sistema de monitorización de productos durante su vida útil que, por ejemplo, en el último año, sumó más de 2.000 determinaciones analíticas de parámetros nutricionales y de estabilidad en los productos de Lactalis Puleva”
Posteriormente, en la fase de elaboración, se realizan revisiones de temperaturas, presiones, composición de receta en diferentes estadios, integridad de envases que llevan a disponer de entre 30 a 50 puntos adicionales de control y análisis a lo largo de la producción. Finalmente, todos los lotes de alimentos terminados se ven sometidos a verificaciones adicionales, entre 10 y 20 según las recetas, de control microbiológico, físico-químico y sensorial.
“Aparte de estos controles rutinarios en todas las producciones, Grupo Lactalis cuenta con un sistema de monitorización de productos durante su vida útil que, por ejemplo, en el último año, sumó más de 2.000 determinaciones analíticas de parámetros nutricionales y de estabilidad en los productos de Lactalis Puleva”, afirma Enrique García Ayuso, director de Calidad de Lactalis Puleva.
Durante el proceso, asimismo, se llevan a cabo una serie de catas para comprobar que parámetros organolépticos como textura, sabor, gusto u olor corresponden con lo especificado para cada producto. Para ello, en cada fábrica se cuenta con un jurado sensorial entrenado que hace seguimiento semanal de las producciones y de jurados expertos a nivel central que, igualmente, siguen la evolución sensorial de los productos en el mercado.
Para toda esta supervisión, Grupo Lactalis cuenta tanto con laboratorios internos como con externos, independientes y acreditados que confirman la exigencia de la compañía en materia de calidad y seguridad alimentaria, con especificaciones más restrictivas que las que marca la ley, como por ejemplo el análisis de patógenos de la leche.
“La seguridad alimentaria va conceptualmente mucho más lejos: es la capacidad de garantizar la absoluta salubridad de los productos comercializados. Es el resultado medido de una serie de etapas productivas bien calificadas previamente y donde absolutamente nada puede quedar al azar. Comienza incluso antes de empezar la producción, con el diseño y dimensión de las líneas y distintas fases por las que va a pasar el alimento hasta llegar al producto final tal y como lo vemos en los lineales. Esto hace que la seguridad alimentaria sea el criterio más importante por el que regimos la elección de las inversiones en nuestras plantas”, finaliza Iciar Iranzo, directora de calidad y desarrollo de Lactalis Nestlé.