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Freixenet ha logrado obtener por primera vez la certificación Sustainable Wineries for Climate Protection. Este reconocimiento, desarrollado por la Federación Española del Vino (FEV), es la evolución del sello Wineries for Climate Protection, que ahora, además de la dimensión medioambiental, también evalúa aspectos de sostenibilidad social, económica y de gobernanza.
La empresa ha obtenido por primera vez este sello tras cumplir con todos los parámetros establecidos por el organismo competente, evidenciando así su compromiso con los más altos estándares de sostenibilidad en la producción de Cava. Por su parte, Segura Viudas, bodega también perteneciente al Grupo Freixenet, lo ha revalidado por cuarta vez consecutiva.
La certificación valora la reducción de emisiones, el uso de energías renovables y la eficiencia energética, la gestión del agua, la reducción de residuos y la conservación del suelo y la biodiversidad. Grupo Freixenet destaca como una compañía comprometida con el medioambiente, como demuestra el hecho de ser la primera empresa del sector en obtener la certificación ISO 14.001 en 1999, entre muchos otros reconocimientos en este campo.
Con una marcada responsabilidad sobre sus procesos, la empresa ha implementado políticas y prácticas en toda su cadena de valor, como la apuesta por la tecnología punta a través de líneas de producción de alto rendimiento y efectividad, la inversión en nuevos equipos más eficientes y sostenibles o la centralización de la producción para evitar transportes y climatización externa. En el campo de las energías limpias, la compañía destaca por la compra de toda su energía eléctrica de origen 100% renovable, la eliminación del consumo de gasoil y sustitución por gas natural y la instalación de un parque de placas fotovoltaicas en Segura Viudas, actualmente en proceso. Estas medidas, entre otras, han permitido a la compañía, por ejemplo, reducir un 82% sus emisiones de CO2 de alcance 1 y 2 en los últimos 10 años.
En el área del transporte, una de las que más emisiones genera, la compañía está haciendo importantes esfuerzos para sustituir el transporte en carretera por ferroviario en países como Alemania o Polonia. Además, la empresa usa el combustible renovable de Repsol (elaborado con aceites procedentes de residuos, como aceites de cocina usado) reduciendo un 85% las emisiones de CO2 por transporte y persiguiendo el doble objetivo de descarbonizar la economía e implantar modelos de economía circular que permitan reducir su huella medioambiental.
A nivel de viticultura, la empresa asesora a sus más de 600 proveedores de uva para aplicar prácticas sostenibles en el viñedo. Además, Freixenet lleva años trabajando con todos los agentes implicados del sector del cava para encontrar soluciones para paliar los efectos del cambio climático en las viñas. Actualmente, por ejemplo, la persistente y extrema sequía en Cataluña y en el Penedès, con una reducción del 50% de la lluvia respecto a las medias de los últimos años, ha provocado reducciones de las cosechas de uva de hasta el 40%. Esta situación exige capacidad de reacción y una urgente aplicación de medidas de adaptación para la sostenibilidad del territorio.
Uno de los pilares fundamentales del desarrollo y crecimiento de Grupo Freixenet son las personas que la conforman. La compañía fomenta la inclusión y promueve la igualdad y apuesta por impulsar iniciativas que potencien el bienestar laboral y el crecimiento profesional de todos sus colaboradores. Prueba de ello es la implementación de la plataforma formativa Freixenet e-Academy, el Programa de Salud y Bienestar, medidas para facilitar la conciliación como el teletrabajo, o la inclusión de protocolos contra el acoso sexual o laboral, entre otras.
Freixenet ha estado históricamente vinculado a su territorio de origen, la comarca del Penedès, donde es uno de los principales empleadores y un importante motor económico. Centrado en generar impacto positivo en la región, colabora habitualmente con entidades locales como el equipo de hockey patines, CE Noia Freixenet, a quien lleva apoyando más de medio siglo. En Cataluña, la compañía también apoya iniciativas sociales destacadas como La Marató de TV3, Cáritas, Fundació Arrels, Creu Roja o diferentes festividades locales. A nivel nacional destaca el apoyo a la Federación Español de Bancos de Alimentos (Fesbal) o la Fundación Albéniz.
El sello ha tenido en cuenta también parámetros como la resiliencia y la eficacia de control de costes, donde se tienen en cuenta criterios de inversión responsable, y el uso de nuevas tecnologías y herramientas informáticas avanzadas. Por otra parte, la certificación también tiene en cuenta factores de gobernanza, como el comportamiento ético, la gestión y la comunicación de la sostenibilidad, o como la relación con los grupos de interés. La compañía aplica una estricta política de compliance, que aporta los ámbitos de conductas y prácticas responsables y políticas antifraude.