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En noviembre de 2022, la UE introdujo la PPWR como parte del Pacto Verde Europeo, sustituyendo la anterior Directiva de Envases y Residuos de Envases (PPWD) por un marco más estricto y completo. Este reglamento busca estandarizar los requisitos de envasado en todos los estados miembros de la UE, abordando los residuos de envases de manera más efectiva. La PPWR apoya el enfoque EPR, que exige a productores y usuarios que sean financieramente responsables de sus envases desde el origen hasta el final de su vida útil. El objetivo es promover prácticas de envasado sostenibles y un modelo de economía circular.
Uno de los componentes centrales de la regulación PPWR es el establecimiento de objetivos ambiciosos para reducir los residuos de envases en toda la UE. El Reglamento prevé una reducción del 5% para 2030, que aumentará al 10% para 2035 y al 15% para 2040. Se espera que estos objetivos, especialmente centrados en minimizar los residuos de plástico de un solo uso, impulsen cambios significativos en el diseño de los envases y en el comportamiento de los consumidores. Para cumplir estos objetivos, las empresas tendrán que innovar, creando envases que utilicen menos recursos sin perder funcionalidad ni atractivo.
Además de la reducción de residuos, el PPWR introduce objetivos explícitos para los envases reutilizables, lo que supone un cambio significativo en el enfoque normativo. El Reglamento exige que el 40% de los envases sean reutilizables en 2030, y que este objetivo aumente hasta el 70% en 2040. Este requisito se aplica a varios tipos de envases, incluidos los de transporte, venta y agrupados. Como resultado, las empresas se están viendo obligadas a abandonar los envases de un solo uso en favor de alternativas duraderas y reutilizables. Las cajas de plástico reutilizables (RPC), los pallets de plástico y los contenedores plegables a granel son especialmente adecuados para cumplir estos objetivos de reutilización, sobre todo en contextos de envasado secundario y terciario.
Además, la regulación PPWR exige que los envases incluyan porcentajes específicos de materiales reciclados, haciendo especial hincapié en la mejora de la reciclabilidad. Para los envases que no sean de PET en contacto con alimentos, el reglamento establece objetivos del 10% de contenido reciclado para 2030 y del 25% para 2040. Junto a estos requisitos de contenido, el reglamento introduce normas de diseño destinadas a garantizar que los envases puedan reciclarse fácilmente. Esto implica el uso de materiales fáciles de desmontar y claramente etiquetados para su reciclaje, lo que contribuye a la reducción de residuos y a la promoción de una economía circular.
La introducción de la PPWR y el refuerzo de las leyes de EPR conllevan implicaciones significativas para las empresas que operan en la UE. Estas normativas requerirán ajustes sustanciales en las estrategias de envasado y las operaciones en general. Para cumplir con la nueva normativa, las empresas tendrán que rediseñar sus envases para cumplir los requisitos más estrictos de reducción de residuos, reutilización y reciclabilidad. Esto puede implicar el cambio a materiales más sostenibles, la optimización del diseño de los envases para utilizar menos recursos y la implantación de sistemas de seguimiento y gestión de los envases a lo largo de su ciclo de vida. Aunque suponen un reto, la nueva normativa de envases de la UE también ofrece varias ventajas.
El Reglamento prevé una reducción del 5% para 2030, que aumentará al 10% para 2035 y al 15% para 2040. Se espera que estos objetivos, especialmente centrados en minimizar los residuos de plástico de un solo uso, impulsen cambios significativos en el diseño de los envases y en el comportamiento de los consumidores
Los envases reutilizables reducen en gran medida el impacto ambiental derivado de su fabricación y uso, especialmente el consumo de agua (un 30% menos) y las emisiones de gases de efecto invernadero (un 20% menos). Cuanto más se pueda reutilizar un producto, menor será su huella medioambiental global.
Cumplir la nueva normativa sobre los índices de contenido reciclado también beneficiará a las empresas de toda la cadena de suministro, tanto para la sostenibilidad como para sus operaciones. Entre ellas se incluye una reducción sustancial de las emisiones de gases de efecto invernadero al frenar la producción de plástico virgen, ya que el cambio de plásticos de un solo uso a opciones reutilizables diseñadas para el reciclado reducirá significativamente la demanda de plástico virgen. El uso de envases sostenibles también puede reducir el consumo de agua en los procesos de producción. Por ejemplo, el uso de cajas de plástico reutilizables reduce significativamente el consumo de agua en todo el ciclo de vida en comparación con el cartón. Si se tiene en cuenta el agua utilizada para el lavado, las cajas de plástico reutilizables de Tosca suelen permitir a los clientes reducir el consumo de agua en un 50% en comparación con el cartón de un solo uso.
La nueva normativa también ofrece a las empresas la oportunidad de ahorrar costes con envases eficientes, reutilización y optimización de la cadena de suministro, reduciendo los gastos en materiales, gestión de residuos y cumplimiento de la normativa medioambiental. Las empresas también pueden reducir los impuestos medioambientales recurriendo a la gestión de activos por terceros, ya que la puesta en común de recursos minimiza los impuestos sobre el uso.
Para navegar por el nuevo panorama normativo, las empresas deben empezar por evaluar sus materiales y procesos de envasado actuales. Esta evaluación exhaustiva debe tener en cuenta el impacto medioambiental de los envases a lo largo de todo su ciclo de vida, desde la extracción de las materias primas hasta su eliminación al final de su vida útil. La identificación de áreas de mejora puede ayudar a reducir los residuos, aumentar la reciclabilidad y promover la reutilización.
Para cumplir con la nueva normativa, las empresas tendrán que rediseñar sus envases para cumplir los requisitos más estrictos de reducción de residuos, reutilización y reciclabilidad
La selección de soluciones de envasado duraderas y reutilizables, como las cajas de plástico reutilizables (RPC), los pallets de plástico y los contenedores plegables para productos a granel, es un paso importante que puede tener un gran impacto, ya que aporta sostenibilidad y beneficios económicos.
Para garantizar que los envases se diseñan teniendo en cuenta la sostenibilidad, las empresas deben considerar el uso de materiales más fáciles de reciclar, el diseño de envases que utilicen menos recursos y la incorporación de contenido reciclado en los productos. Además, los envases deben diseñarse para múltiples usos, lo que incluye facilitar su limpieza y rellenado, y garantizar que sigan siendo duraderos y funcionales a lo largo de su ciclo de vida.
Integrar los envases reutilizables en los procesos de la cadena de suministro es otro paso crucial. Esta integración puede implicar el establecimiento de sistemas de recogida, limpieza y devolución de envases reutilizables, así como la colaboración con proveedores y proveedores logísticos para garantizar que estos procesos sean eficientes y rentables. Al optimizar las cadenas de suministro para que sean sostenibles, las empresas pueden reducir los residuos, disminuir los costes y mejorar el rendimiento medioambiental general.
Educar a las partes interesadas, incluidos empleados, proveedores y clientes, sobre la importancia de los envases sostenibles y las ventajas de las soluciones reutilizables también es vital para garantizar que se comprometan plenamente con los esfuerzos para cumplir la nueva normativa.
Aprovechar la tecnología para realizar un seguimiento y control de los envases a lo largo de su ciclo de vida puede ayudar a las empresas a identificar áreas de mejora, garantizar el cumplimiento de la normativa y proporcionar datos que respalden las alegaciones de sostenibilidad. Los sistemas avanzados de seguimiento también pueden ayudar a optimizar los procesos de envasado, reducir los residuos y mejorar la eficiencia.
Dar prioridad a las cajas y contenedores reutilizables a través de un modelo pool (o gestión integral de envases) puede ayudar a las empresas a alcanzar sus objetivos de sostenibilidad y alinearse con un enfoque de economía circular.
Para garantizar que los envases se diseñan teniendo en cuenta la sostenibilidad, las empresas deben considerar el uso de materiales más fáciles de reciclar, el diseño de envases que utilicen menos recursos y la incorporación de contenido reciclado en los productos
Colaborando con grupos industriales y estableciendo marcos de apoyo para los envases reutilizables mediante el trabajo y la innovación conjunta, las empresas pueden aumentar su sostenibilidad al tiempo que mantienen su competitividad empresarial.
Invertir en nuevos materiales y tecnologías que reduzcan el impacto medioambiental al tiempo que mantienen la calidad y la rentabilidad del producto, e integrar prácticas sostenibles, como los envases reutilizables y la reducción de residuos, en las principales estrategias empresariales será clave para garantizar que las empresas sigan cumpliendo la normativa y siendo competitivas en un entorno normativo que cambia rápidamente.
Tosca ofrece estrategias de envasado a medida que se ajustan a las necesidades operativas y los objetivos de sostenibilidad de las empresas, tanto si necesitan cajas reutilizables, pallets o contenedores a granel. El análisis detallado del ciclo de vida de Tosca ayuda a las empresas a comprender el impacto medioambiental de sus opciones de envases, identificando áreas de mejora y recomendando estrategias para reducir los residuos, aumentar la reciclabilidad y promover la reutilización.