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La Conferencia Española de Consejos Reguladores e Indicaciones Geográficas de Bebidas Espirituosas (CEIGBE) ha celebrado su reunión anual en Mahón. Un encuentro que ha servido para reivindicar la importancia y el peso económico de las 19 Indicaciones Geográficas Protegidas de Bebidas Espirituosas existentes en España.
Según el Informe sobre las Bebidas Espirituosas con IGP en España, presentado durante el encuentro, y elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2023 se elaboraron 187 millones de litros de bebidas espirituosas de los cuales unos 19 millones de litros corresponden a indicaciones geográficas protegidas, lo que representa el 10% de la producción nacional de bebidas espirituosas.
Destaca la IGP Brandy del Penedés, que representa el 35,30% del total de la producción, siendo la primera Indicación Geográfica en volumen, seguido de Brandy de Jerez, con un 32,95% del volumen total y Pacharán Navarro, con un 15,84%.
El número de industrias elaboradoras de bebidas espirituosas con Indicación Geográfica Protegida es de 143, siendo muy variable el número de empresas asociadas por Indicación Geográfica. En un extremo se sitúa la IG Aguardiente de Hierbas de Galicia con muchos elaboradores de reducida dimensión que elaboran 8.070 litros. De este modo, las IGPs gallegas son las que tienen el mayor número de industrias. 88 en total, con una producción total de 1.211.714 litros.
Evaristo Babé: "Este descenso es, sin duda, fruto del contexto económico que vivimos, dominado por la incertidumbre. Lo que, irremediablemente tiene consecuencias en los hábitos de consumo"
En contraposición con el Brandy de Jerez, cuyos elaboradores tienen una gran dimensión. La IGP Brandy de Jerez cuenta con 24 industrias y tiene una producción de 6.432.773 litros anuales; tan sólo superado en producción por la IGP Brandy del Penedés, con 2 industrias asociadas y un volumen de producción de 6.890.842,10 litros. Le sigue en producción la IGP Pacharán Navarro con 7 industrias asociadas y un volumen de producción de 3.092.749 litros.
La producción comercializada de las Indicaciones Geográficas Protegidas de bebidas espirituosas venía mostrando una destacada senda creciente desde 2019, pasando de los 17.599.902 litros comercializados en 2019, a los 23.262.410 en 2022. Sin embargo, el pasado año esta tendencia creciente en la comercialización ha registrado una caída del 16,08%, ya que durante 2023 se han comercializado 19.522.362 litros.
Evaristo Babé, presidente de la Conferencia Española de Consejos Reguladores e Indicaciones Geográficas de Bebidas Espirituosas, ha señalado: “Este descenso es, sin duda, fruto del contexto económico que vivimos, dominado por la incertidumbre. Lo que, irremediablemente tiene consecuencias en los hábitos de consumo. El encarecimiento de las materias primas, la crisis energética y, sobre todo, la tendencia inflacionista que registra por encima de los demás, el sector alimentario, han contribuido a redistribuir la renta de los consumidores”.
El valor económico estimado correspondiente a las Indicaciones Geográficas es de 140.618.719€, aunque sin duda el valor de estas industrias trasciende ampliamente al ámbito económico, ya que son empresas que han sabido combinar la tradición y la innovación en sus procesos productivos, siendo capaces de frenar la despoblación rural y dinamizar el tejido empresarial en lugares con pocas oportunidades de empleo.
Según el Informe sobre las Bebidas Espirituosas con IGP en España, presentado durante el encuentro, y elaborado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, en 2023 se elaboraron 187 millones de litros de bebidas espirituosas de los cuales unos 19 millones de litros corresponden a indicaciones geográficas protegidas, lo que representa el 10% de la producción nacional de bebidas espirituosas
Del mismo modo, el valor de estas industrias es incalculable a la hora de preservar la cultura y la tradición y exportar marca España más allá de nuestras fronteras, garantizando altos estándares de calidad en la producción de bebidas espirituosas. “Somos un sector orgulloso de representar la tradición y cultura de nuestro país, y llevarla por el mundo entero”, ha señalado Babé.
La Conferencia Española de Consejos Reguladores e Indicaciones Geográficas de Bebidas Espirituosas espera que 2024 acabe con las altas tendencias inflacionistas que han contribuido a contraer el consumo. Para ello, las condiciones económicas han de mantenerse estables para dar seguridad tanto al consumidor como a las empresas productoras. “Han de resolverse las trabas comerciales internacionales que afectan al sector, derivadas de conflictos ajenos a su naturaleza, pero que sin duda están afectando a la normal comercialización de nuestros productos fuera de nuestras fronteras”.
En este entorno “es necesario mantener la estabilidad y apostar claramente por medidas de refuerzo de la economía, el consumo, y apoyar a sectores claves como la hostelería y el turismo”, ha querido destacar el presidente de la Conferencia Española de Consejos Reguladores e Indicaciones Geográficas de Bebidas Espirituosas. “Estamos en un momento crucial en el que es de vital importancia el desarrollo de políticas acertadas para conseguir estabilidad y certidumbre que tanto necesitan consumidores y empresas”.