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Tres de cada cuatro hogares españoles tiraron a la basura comida y bebida en el año 2020, con una media de 31 kilos/litros por persona. En total, en el cubo de la basura de las familias terminaron 1.364 millones de kilos/litros de alimentos. Se trata de unas cifras similares a las del año anterior, si bien la tasa de desperdicio frente al total comprado mejora ligeramente y se sitúa en el 4,3% en comparación con el 4,7% del 2019. No obstante, todavía se despilfarra demasiada comida que termina en los contenedores.
La tasa de desperdicio baja del 4,7% en 2009 al 4,3% en 2020 del total de alimentos comprados por los hogares
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha explicado que “al desperdiciar alimentos, no solo tiramos comida, también tiramos los recursos económicos y naturales (tierra, agua, energía, insumos) que han sido necesarios para obtenerlos, así como el esfuerzo de quienes los producen”. Por ello ha enfatizado que reducir el desperdicio alimentario debe ser un “objetivo ético para el conjunto de la sociedad”.
De ahí que sea perentorio reducir el desperdicio de alimentos tanto en la venta al por menor como entre los consumidores, así como evitar las pérdidas de alimentos en la cadena de producción y suministro. Por ello, Planas ha recordado que llevará al Consejo de Ministros, antes de final de año, una propuesta de proyecto de ley para prevenir este despilfarro.
El ministro ha destacado que la prevención y reducción del desperdicio de alimentos va a tener por primera vez una regulación por ley, sobre la que ha adelantado que afectará a todos los eslabones de la cadena alimentaria, incluida la restauración, y que “contribuirá a la sostenibilidad y a la economía circular, gracias a una gestión más eficiente de los recursos”.
“Antes de tirar un alimento se establecerán prioridades para su destino, con preferencia para la alimentación humana sobre otros usos como la animal o la transformación industrial, y se creará la obligación de reaprovechar todos los productos que se retiren del mercado, fomentando la donación”, ha asegurado Planas.
Para concienciar sobre la necesidad de mejorar el aprovechamiento de alimentos y bebidas y evitar que terminen en la basura, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación inicia una campaña de concienciación entre la ciudadanía.
Con el inicio de esta campaña específica contra el desperdicio alimentario, el MAPA da un paso más en su estrategia de promoción y puesta en valor de los productos agroalimentarios españoles. De hecho, mantiene el hilo conductor del eslogan “Alimentos de España, el país más rico del mundo”, lanzado en noviembre de 2020 de la mano del chef José Andrés para resaltar la variedad y calidad de los productos nacionales.
Las campañas de concienciación tienen el objetivo de hacer sentirse orgulloso al consumidor sobre la diversidad y riqueza agroalimentaria y pesquera de nuestro país
El pasado mes de marzo se añadió la campaña “El país más rico del mundo. Un país infinito en productos del mar y recetas”, para promocionar la producción pesquera y acuícola. Ahora, “El país más rico del mundo, aquí no se tira nada” trata de concienciar sobre la necesidad de realizar un consumo de alimentos responsable.
Según el ministro, con esta nueva campaña se aspira a que el consumidor “se sienta orgulloso de la diversidad y riqueza agroalimentaria y pesquera de nuestro país y que perciba que los alimentos de España son productos de calidad, que los cuidamos desde el origen y que no podemos desperdiciarlos”.