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El director general de Campofrío Food Group, Ignacio González Hernández, será el nuevo consejero delegado de Nueva Pescanova desde el próximo 1 de febrero. Así lo han consensuado las siete entidades bancarias -Sabadell, Popular, Abanca, Bankia, BBVA, CaixaBank y UBI Banca- que controlan el 62,35% del accionariado de la compañía.
El hasta ahora directivo de Campofrío estará al frente de la empresa gallega cuyo consejo de administración estará presidido por el actual administrador único, Jacobo González Robatto, procedente del Banco Popular y presidente de la multinacional desde su rescate financiero.
González ha confirmado a través de su cuenta de Twitter su nombramiento indcando que "tras cuatro años liderando el fantástico proyecto de Campofrío, he aceptado el nuevo reto de Pescanova. Agradecido, apenado e ilusionado". Desde la misma red social, Pescanova ha dado también la bienvenida al directivo indicando: "Estamos muy contentos de que formes parte de este gran equipo. ¡Nos espera una nueva etapa llena de retos!".
Después de desarrollar una importante carrera profesional en Carrefour, Ignacio González comenzó a trabajar en Campofrío en marzo de 2012 como consejero delegado de la compañía en España, en sustitución de Fernando Valdés. En abril de 2013 asumió la dirección general del negocio en los países del sur de Europa (España, Italia y Portugal) y desde enero de 2014 era también el máximo responsable en Estados Unidos.
Nueva Pescanova arrancó el pasado mes de septiembre, después de que la Junta de Accionistas diera luz verde a la entidad aprobando los proyectos de fusión, segregación y la ampliación de capital, con un capital inicial de 13 millones de euros (2,4 millones de euros procedentes del patrimonio de la 'vieja' Pescanova, y 10,7 millones de los acreedores).
Pescanova obtuvo un beneficio atribuido de 560 millones de euros en los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal y su facturación ascendió a 771,3 millones de euros. En ese periodo, el resultado operativo se situó en los 37,2 millones de euros, inferior al del año pasado debido al impacto negativo que la evolución del tipo de cambio ha tenido sobre el nivel de rentabilidad.