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Zespri ha desarrollado un método para poder trabajar con plantaciones de kiwis en ambos hemisferios y, a su vez, asegurar que las condiciones de estas sean idóneas: el Sistema Zespri. Este método de control de calidad de 12 pasos se implementa en todos los lugares en los que se cultivan los kiwis, posibilitando que los consumidores puedan disfrutar de estas frutas siempre que quieran.
Todos los agricultores Zespri deben cumplir con el Sistema de Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) que protege a los cultivos, las personas y el medio ambiente. La compañía ha establecido, asimismo, un Grasp (Evaluación de Riesgos en Prácticas Sociales) para salvaguardar su seguridad, salud y para asegurarse de que todos sus trabajadores sean tratados de forma justa.
El kiwi es una planta muy delicada en lo referente a las condiciones climáticas en las que se desarrolla. Temperatura, humedad relativa y viento son factores cruciales a tener en cuenta en las plantaciones, a pesar de su demostrada capacidad de adaptación. Enemiga de los largos inviernos de heladas prolongadas que pueden dañarla requiere, además, humedad de en torno al 60/70% para crecer más y dar más frutos, así como vientos reducidos que no lastimen sus brotes.