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En los últimos años, los consumidores españoles han reafirmado la importancia vital que la industria de la restauración tiene en su día a día. Desde el embate de la crisis de la Covid-19 hasta su posterior recuperación, el panorama de la restauración en España ha sido un viaje marcado por desafíos y resiliencia.
Durante la crisis sanitaria global, la restauración española se encontraba entre las más afectadas, con una caída significativa del 41,5% en su facturación, situándola en uno de los lugares más golpeados a nivel europeo. Sin embargo, lo que parecía ser un golpe devastador se convirtió en un punto de inflexión notable. España emergió como líder en la recuperación, dejando atrás las sombras de la incertidumbre económica y cerrando el año 2023 con un crecimiento del casi 11%, superando las expectativas y estableciendo un nuevo estándar para sus vecinos europeos.
Lo más destacable de este renacer fue el papel protagónico que los consumidores españoles desempeñaron en la revitalización del sector. En medio de un contexto económico desafiante, priorizaron el retorno a sus rutinas de consumo en bares y restaurantes, demostrando el arraigo cultural que la restauración tiene en la vida cotidiana española.
Edurne Uranga: "En este contexto y en esta recuperación vivida en los últimos años la restauración nocturna ha demostrado ser no solo una gran actividad económica de gran importancia, sino un pilar fundamental de la identidad y la sociabilidad del país que nos aporta ocasiones de consumo especiales y oportunidades de crecimiento futuras"
La cultura gastronómica española se distingue por sus hábitos de consumo únicos y flexibles, especialmente durante las horas de la noche. Un 15% de las visitas a establecimientos de comida y bebida se realizan entre las 23h y las 8h del día siguiente, según los datos que aporta el Panel Crest de Circana; creando un fenómeno clave que redefine el paisaje de la restauración en España.
Este patrón de consumo nocturno no solo demuestra la vitalidad del sector, sino también su capacidad para adaptarse a las necesidades cambiantes de los consumidores. Esta tendencia se traduce en una facturación anual cercana a los 4.000 millones de euros, subrayando el impacto económico significativo que la restauración nocturna ejerce en la economía nacional.
La historia de la restauración en España es un testimonio inspirador de resiliencia, innovación y compromiso. Edurne Uranga, vicepresidenta Europea en Circana Foodservice, indica al respecto: “En este contexto y en esta recuperación vivida en los últimos años la restauración nocturna ha demostrado ser no solo una gran actividad económica de gran importancia, sino un pilar fundamental de la identidad y la sociabilidad del país que nos aporta ocasiones de consumo especiales y oportunidades de crecimiento futuras”.