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Essity, compañía global de productos y soluciones de higiene y salud, Bidafarma, cooperativa de distribución mayorista de medicamentos y Eroski, empresa de distribución, han participado en un encuentro para dejar clara la importancia de la sostenibilidad, la acción social y el buen gobierno en la gestión empresarial (ESG).
José Ramón Iracheta, director nacional de Essity Iberia, ha explicado que la empresa lleva ya “muchos años contando con una estrategia de sostenibilidad integrada en nuestro propósito y nuestra forma de entender el negocio". De hecho, apunta que, tras la Covid-19, la sostenibilidad pasará de ser residual en algunas empresas a situarse como un papel fundamental en el que proveedores, consumidores, empleados están en el mismo barco.
Desde Bidafarma, su director de Relaciones Institucionales y Comunicación, Ignacio Pérez, ha defendido que la distribución de productos farmacéuticos tiene un importante compromiso con la eliminación de residuos de medicamentos a través de la red de puntos SIGRE distribuidos en las oficinas de farmacia.
En la misma línea, el director de sostenibilidad de Eroski, Alejandro Martínez, ha explicado que desde la empresa quieren buscar la implicación y el impacto positivo en las economías locales a través de distintas actuaciones. Martínez confía en que la tendencia de buscar una vida más saludable, para el cuerpo, el bienestar psicológico, mental, ambiental y social "va a volver con fuerza".
La pandemia ha acelerado la implementación de estrategias de sostenibilidad y responsabilidad social, así como la necesidad de implementar las mejores prácticas de buen gobierno con los públicos internos. Este nuevo rumbo pretende adaptarse a las nuevas regulaciones nacionales y europeas y comprender las nuevas necesidades del público. La integración de los criterios ESG significa tener una nueva perspectiva sobre las operaciones comerciales y en el proceso de toma de decisiones.
Pablo Bascones, socio responsable de sostenibilidad y cambio climático en PwC ha subrayado en su intervención que más de 25 países han establecido un objetivo de neutralidad en 2050, entre ellos la Unión Europea que, a través del Pacto Verde Europeo, está desarrollando una nueva regulación ambiental en ámbitos como la economía circular, la biodiversidad, las energías renovables o la eficiencia energética. Ha comentado que los consumidores demandan ahora un tipo de productos y servicios más acordes a los criterios ESG y que se trata de una tendencia que está cambiando las reglas del juego.