Revista
Lidl ha alcanzado ventas de pan y bollería que han afianzado su segunda posición en esta subcategoría de productos. Este crecimiento viene acompañado del impulso que el consumo en el hogar tiene de manera general desde hace más de un año, y que el producto fresco vuelve a encabezar con un incremento del 9,3% según el último barómetro de consumo de IRI, informe mensual que muestra la evolución del gran consumo en España.
El crecimiento de ventas de pan y bollería se suma al crecimiento de ventas de la cadena de supermercados
El surtido de pan que ofrece Lidl cubre ampliamente las necesidades crecientes del mercado en cuanto a diversidad, habiendo crecido en los últimos años un 16% alcanzando 58 referencias disponibles en la mayoría de sus tiendas. Este surtido afianza la segunda posición en el mercado de la cadena alemana. El 5,9% de cuota queda cerca de duplicar la de su inmediato seguidor que supera el 3% en dos décimas.
En la oferta de Lidl se encuentran disponibles los principales productos en cuanto a preferencia del mercado español. El pan que más se compra a diario en España es la tradicional barra o pistola, que acapara el 75% de las ventas, seguida por la baguette (10%), chapata (7%) y los panes de pueblo (4%), según datos de la interprofesional del pan, Incerhpan. Además, respondiendo a las tendencias del mercado, donde se observa la proliferación de la elaboración de nuevas variedades como pan elaborado con masa madre, con harina de otros cereales diferentes al trigo (centeno, maíz, avena o espelta), con semillas diversas, o con harinas de nuevos cereales, la cadena de supermercados también tiene en su catálogo numerosas opciones entre las que destaca el pan rústico, pan con frutos secos o el panecillo con nueces.
Destacan los más de diez panes de recetas regionales a los que próximamente se unirán ocho más
Cabe destacar también el desarrollo de su surtido a nivel regional en las tiendas de Lidl es posible encontrar variedades locales y regionales como la barra de picos y la hogaza candeal en Madrid; el pan de coca en Barcelona y Baleares; la empanadilla de pisto y el pastel de boniato en Valencia; la Viena Andaluza integral en Sevilla y Málaga o el panecillo matalahúva en Canarias, entre otros.
La línea de productos de panadería y bollería de Lidl sigue el principio de la marca de ofrecer productos de alta calidad a precio muy competitivo. Así lo demuestra, por una parte los precios de sus panes (como ejemplo la barra de pan 50% integral -0,42 euros-, hogaza 100% integral -1,49 euros-, panecillo de centeno -0,19 euros- o el panecillo rústico -0,19-, entre otras; y por otra su análisis organoléptico. “Haciendo un análisis de su aspecto, olfato, oído, tacto y gusto, los panes de Lidl destacan por su calidad entre la oferta del mercado” subraya Francesc Altarriba, gastrónomo y consultor experto en pan, y empresario especializado en el sector, que recientemente ha podido analizar algunas de las referencias que Lidl tiene disponibles. Además, un aspecto importante para los especialistas del pan es la madurez del producto con el paso del tiempo. “La mayoría de las piezas analizadas envejecen bien lo que garantiza que el cliente puede gozar organolépticamente de un buen pan un mínimo de dos/tres días a temperatura ambiente” comenta Altarriba
Concretando en algunas de las variedades que Lidl pone a disposición de sus clientes, destacan la baguette, o la barra rústica, con una valoración notable en cuanto a apariencia, olfato, textura, sonido y sabor. También destacan algunos de sus panes especiales como el pan de nueces, que desde la corteza ofrece una impresión positiva; el pan de frutos secos “un producto muy interesante para la venta”, o el panecillo de nueces, una variedad que “que aprueba con nota en todos los aspectos” puntualiza el experto consultor.
Lidl viene apostando desde hace años por un sector clave en el mercado español. El sector de la panadería tiene un peso muy importante en la industria alimentaria de España, con un importante peso en la economía nacional. Está configurado por un total de 179.301 empresas, de las cuales 15.080 (8,41%) se dedican a la fabricación, y 164.221 (91,59%) a la comercialización. Es el subsector de la industria alimentaria española que más recursos humanos emplea, un 27,79% del total.
Aunque los dos últimos ejercicios y según datos de la Asociación Española de la Industria de Panadería, Bollería y Pastelería (Asemac) la producción y facturación del sector ha disminuido sensiblemente la gran distribución presenta cifras de crecimiento. La categoría “Bake off” alcanzó un nivel de ventas de 3.161 (miles de EUR) en periodo TAM P13, lo que supone una evolución positiva de un 2,2%.
En el total del mercado a lo largo de los años, las cifras se mantienen estables, y siguen siendo muy importantes. En el acumulado entre enero y noviembre de 2020 el consumo en los hogares alcanzó más de 1 millon de toneladas (1.385.899,40), superando los tres mil millones de euros en consumo (3.307.678.62), según los datos de ASEMAC. Los productos de panadería representan el 6,5% de la cesta de la compra alimentaria, y es que en los hogares españoles según una encuesta de Innograin, el 40% de la población se compra una barra de pan al día, como media. Un 17% de los hogares compra 2 barras al día y un 16% 3-4 barras a la semana (media barra diaria).
Instituciones, expertos y autoridades suman esfuerzos para transmitir a los consumidores la importancia de mantener el consumo responsable del pan
Desde la compañía se hace hincapié en el valor nutricional que tiene el pan según todos los expertos. “Al ser un producto de primera necesidad, el pan está sometido a debate. Pero el aporte del pan a la dieta mediterránea, que no olvidemos que es patrimonio de la humanidad, está reconocido y recomendado por nutricionistas y asociaciones. Por lo que no puede faltar en la oferta de productos frescos, de calidad y precio competitivo que tenemos disponible en Lidl” puntualiza Miguel Paradela, director de compras de la cadena de supermercados. En estos términos destaca que para la Fundación Española de Nutrición el pan debe constituir una parte destacable en la dieta, tratando de estar presente en prácticamente todas las comidas según su valor nutricional. El hecho de no consumirlo de forma habitual contribuye a desequilibrar de manera importante el perfil calórico de la dieta, alejándonos considerablemente de las recomendaciones respecto a una alimentación equilibrada, en la que cerca del 55% del total de calorías de la alimentación deben proceder de los hidratos de carbono.
Para dar a conocer su importancia y la necesidad de su presencia en la dieta, diferentes iniciativas públicas como la campaña ¡Buenos días con pan!, financiada con fondos de la Unión Europea, está dirigida a mejorar la imagen del pan e incentivar el consumo entre niños y jóvenes españoles. Se apoya en que el pan es un “alimento imprescindible” en una dieta equilibrada y saludable, que incluso la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) recomienda su consumo diario de cuatro a seis raciones del grupo de cereales y derivados.
La campaña también hace énfasis en el falso mito de que el pan engorda. Recuerda la campaña que ningún alimento tiene la capacidad de engordar o adelgazar por sí mismo, y que dependerá del consumo responsable y de una dieta equilibrada. Pero el pan no tiene apenas grasa y además tiene un poder saciante elevado.