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Eroski ha puesto en marcha, en el marco de su programa Céntimos Solidarios, una nueva causa de colaboración solidaria para ayudar a las mujeres y menores víctimas de la violencia de género en colaboración con la Fundación Ana Bella y el Fondo de Becas Soledad Cazorla. Esta campaña, que comienza hoy coincidiendo con la celebración del día internacional de la mujer, se extenderá hasta el 24 de marzo. Las donaciones recaudadas por Eroski y sus clientes serán destinadas a estas dos entidades para reforzar y mantener activos el apoyo y asesoramiento a más de 382 mujeres y menores víctimas de la violencia de género.
“La violencia de género y los feminicidios son la manifestación más grave de la desigualdad entre hombres y mujeres. En España, desde 2003 se han contabilizado más de 1.079 mujeres víctimas mortales, y desde 2013, han sido 304 los niños y niñas que han quedado huérfanos por esta causa. Sólo una de cada cinco mujeres maltratadas recibe ayuda, el resto, más de 1.500.000 mujeres, son invisibles porque no rompen el silencio. Los hijos e hijas de las víctimas conviven en un ambiente hostil, son testigos y sufren el maltrato directa e indirectamente. Y la Covid-19 ha supuesto una barrera que dificulta todavía más estas situaciones. Por ello en Eroski, junto con nuestros clientes y clientas, queremos colaborar con la Fundación Ana Bella y el Fondo de Becas Soledad Cazorla para que juntas puedan ayudar al mayor número posible de mujeres y menores víctimas aportándoles todo el apoyo que necesitan”, ha explicado el director de Salud y Sostenibilidad de Eroski, Alejandro Martínez Berriochoa.
Fundación Ana Bella y Fondo de Becas Soledad Cazorla son ejemplos de entidades sin ánimo de lucro que hacen un acompañamiento emocional y trabajan con las mujeres supervivientes para que se empoderen con un trabajo digno y apoyan y acompañan el desarrollo educativo de los huérfanos y huérfanas.
“A través de la empatía, el amor y la sororidad de nuestra red de mujeres supervivientes, detectamos a las víctimas invisibles, generamos confianza para que rompan el silencio, las acompañamos hasta los recursos públicos y finalmente las apoyamos en su proceso de empoderamiento personal para que superen la violencia en positivo, no como víctimas sino como supervivientes. Con la ayuda de organizaciones como Eroski podemos seguir con nuestra labor de apoyo a todas aquellas que nos necesitan”, ha comentado Ana Bella impulsora de la Fundación Ana Bella.
“Queremos agradecer a Eroski su apoyo para poder poner a disposición de las víctimas y sus familias las becas que ofrecemos. Cuando hay un asesinato de violencia de género, los hijos e hijas de la víctima quedan a menudo invisibilizados y olvidados, lo que dificulta que tengan la protección y reparación del daño adecuadas por parte de la administración pública. Los huérfanos y huérfanas, y sus familiares, en muchas ocasiones quedan desamparados, sin información y asesoramiento sobre los pasos que tomar, y sin espacio para el duelo”, ha señalado Marisa Soleto, directora de la Fundación Mujeres y responsable de la Secretaría Técnica del Fondo de Becas Soledad Cazorla.