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La crisis de la Covid-19 ha afectado de lleno a la multinacional cervecera Heineken que ha adelantado la evolución de sus resultados en el primer semestre, en el que ve un desplome de su resultado neto del 75,8%, lo que le puede llevar a registrar números rojos de unos 300 millones de euros. En cuanto a los ingresos netos, la caída fue el 16,4%, orgánica; y en volumen, del 11,5%.
El empresa holandesa indica que no son cifras definitivas, ya que se trata de un avance de resultados sin auditar. Los resultados finales de su primera mitad del año los hará públicos el 3 de agosto.
La compañía dueña de marcas como Cruzcampo o Amstel avanza también que su beneficio operativo se ha recortado, orgánicamente, un 52,2%.
Desde Heineken explican que su negocio refleja el cierre de la hostelería, a pesar de que en algunos mercados clave el segmento de la distribución en súper e hipermercados, haya crecido por encima del 10%.
"Como se esperaba, el impacto de la crisis del Covid-19 ha sido mayor en el segundo trimestre", explican desde Heineken. Pero también hay aspectos positivos. "Después de tocar el punto más bajo en abril, los volumen han comenzado a recuperarse a medida que las restricciones han ido levantándose", indica la multinacional en un comunicado.
Respecto a los mercados, los más afectados en volúmenes han sido América, África y Europa del Este con caídas de entre el 10% y el 20%. En el resto de Europa, la caída no ha llegado al 10% y en Asia es donde menos se ha notado gracias a la resiliencia de algunos mercados, como Vietnam.