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La Asociación Española del Dulce, Produlce, que integra a 70 de las principales empresas del mercado, ha hecho balance de los 10 días de estado de alarma en España y su incidencia en el sector. La patronal ha destacado que, “a pesar de los duros momentos que están atravesando el conjunto de las actividades productivas del país”, la alimentación ha demostrado una vez más “su compromiso y responsabilidad con las demandas de la sociedad” y “ha logrado garantizar el abastecimiento, y lo seguirá haciendo, durante todo el periodo de crisis del coronavirus”.
En este sentido, la Asociación Española del Dulce ha hecho hincapié en el “duro trabajo” que está acometiendo el sector a través de todos sus empleados para que “no nos falte el desayuno cada mañana”.
“En nombre de todos nuestros asociados, quiero agradecer, profundamente, el encomiable esfuerzo que han realizado, durante estos diez extraños y agotadores días, todos los profesionales que integran la cadena alimentaria: agricultores, ganaderos, industriales, distribuidores, etc.”, subraya Olga Martínez, presidenta de la Asociación Española del Dulce.
“Además de aplaudir todas las tardes a los sanitarios desde nuestras ventanas, me gustaría invitaros a dedicar, también, un sonoro aplauso a todos los profesionales que cumplen con este enorme deber, el de alimentar a todo un país, con gran responsabilidad. Gracias a ellos, España sigue produciendo alimentos suficientes, seguros y de calidad”, añade.
Así como en la gran distribución, casi todas las categorías de alimentación han experimentado un crecimiento notable en las actuales circunstancias; sin embargo, otro de los canales clave para el sector del dulce, el canal impulso, ha sufrido un descenso vertiginoso en sus ventas y aquellas categorías y empresas que dentro del sector del dulce tienen una mayor dependencia del peso de las ventas en este canal (quioscos, tiendas de snacks, pequeños comercios de alimentación, estancos…) están pasando por un momento difícil. La falta de pedidos durante estos últimos diez días está lastrando los resultados de estas empresas.
A pesar de la situación, todas ellas intentan mirar con optimismo a un futuro que, seguro, traerá nuevamente la normalidad a nuestra sociedad y confían en que tras este parón “los consumidores vuelvan a los quioscos y pequeñas tiendas a comprar chicles, caramelos y gominolas, como han hecho siempre, para volver a saborear con ‘nosotros’ sus momentos de ocio y relax. Es clave para nuestro sector, y para la propia supervivencia de estos pequeños comercios, que los consumidores recuperen pronto sus hábitos de consumo y sigan disfrutando con nuestros productos”, explica Olga Martínez.
Además del homenaje diario a nuestros sanitarios, los productos de la industria española del dulce forman parte de otros de los `rituales’ hogareños, que están haciendo más sencillos estos duros días de confinamiento. Desde la primera comida del día, hasta un capricho, un momento de indulgencia para compartir en familia, o en solitario, que nos ayuda a sobrellevar el encierro. “Me refiero a esos obradores que improvisamos, en nuestras cocinas, para preparar bizcochos y tartas con los más pequeños de la casa. O esa deliciosa onza de chocolate que saborean algunos padres y madres, después de una jornada agotadora de teletrabajo y quehaceres domésticos, cuando sus hijos ya duermen y los mayores pueden relajarse un poco”, comenta Olga Martínez.
“Nuestros productos, insiste, nos aportan energía para comenzar el día y ese momento de placer que muchas veces necesitamos. No podemos dejar de reconocer y agradecer a todos los empleados del sector el esfuerzo, compromiso y responsabilidad que están demostrando”, finaliza Olga.