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En apenas una década, la esperanza de vida en España ha aumentado más de dos años. Al mismo tiempo, el país lleva dos años consecutivos con más defunciones que nacimientos configurando una sociedad más envejecida y con hogares más pequeños donde uno de cada cuatro ya son unipersonales.
Este es el contexto que ha llevado, según el informe Nielsen 360, a que los productos y segmentos que responden a conceptos como la salud, comodidad, ahorro y Premium, en conjunto, hayan crecido un 13% en valor y supongan ya un 27% del gasto total durante el pasado año 2017. Todos ellos, sumados a un quinto factor que es circunstancial como es el de las condiciones climatológicas, "suponen uno de cada cuatro euros que vende el mercado y dan forma a una serie de tendencias que han llegado para quedarse por los cambios sociales", según Nielsen.
Salud y ahorro
Esta cesta es saludable. En ella hay alternativas vegetales como el tofú o el zumo recién exprimido, que tienen su razón de ser por la preocupación del consumidor por su salud, cada vez más patente a partir de los 40 años. De hecho, un 60% de españoles se esfuerza por realizar una compra diaria saludable, según asegura Nielsen.
Como se ha visto durante el pasado año, el ahorro también condiciona muchas decisiones de compra. Así, ante subidas de precio, el consumidor busca alternativas más baratas; como por ejemplo el aceite de girasol cuando el litro de oliva ha superado los 4 euros o el pescado congelado al encarecerse el fresco un 5% en 2017.
La hipersensibilidad al precio se mantiene tras la crisis y siete de cada diez consumidores, según Nielsen, afirman estar al tanto de lo que cuestan los productos y de sus variaciones de precio. "Y esa hipersensibilidad se mantendrá, especialmente ante la perspectiva de que cada más vez serán más los consumidores que paguen la cesta de la compra con el dinero de la pensión y no de la nómina", aseguran desde la consultora.
La comodidad, lo ""trending" y el clima
El mix de comodidad incluye platos preparados o café en monodosis; soluciones para un consumidor que vive solo o en pareja y que apenas tiene tiempo. Son productos que se presentan en formatos reducidos y adaptados a este nuevo hogar y que o bien ocupan poco espacio o no requieren de stock.
Por otra parte, lo emocional también "vende". Esas sensaciones alcanzan su cénit con la compra de productos premium, aquellos que destacan por sus ingredientes, sus beneficios o la experiencia que ofrecen. "De hecho, un 57% de consumidores se muestra dispuesto a pagar más por ese plus de calidad", indican desde Nielsen. Esta tendencia se traduce en la cesta de la compra en la presencia de más productos como vinos con DO, cervezas especiales, ginebras y tónica premium, jamón curado, aceite de oliva premium o sushi y ahumados.
Por otra parte, esta cesta "trending" de la compra también es sensible a los factores externos, como el calor. Con veranos cada vez más largos y olas de calor más frecuentes, el consumo agua, cervezas o hielo son ejemplos de categorías dinámicas por estas razones climatológicas. Y lo mismo ocurre con artículos como los repelentes y los insecticidas.