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A la hora de comprar productos premium y gastarse más dinero del habitual, el consumidor se decanta por artículos de alimentación o por lo último en tecnología, según el informe "Consumidor Premium" de Nielsen. Así, tres de cada diez españoles harían un esfuerzo económico por un marisco o una carne gourmet, mientras que un porcentaje parecido, un 27%, se compraría un buen móvil, tableta u ordenador. Además, una cuarta parte haría lo propio con ropa y complementos.
La principal idea que se asocia a lo premium no es precio (22%), sino ingredientes de calidad (47%)
En un contexto de consumo donde los productos de "bajo coste" se han consolidado, el consumidor español muestra dos caras cuando compra: la hipersensible al precio y la predisposición a gastarse más por productos que le aporten un alto valor añadido, una faceta que cada vez hay que tener más en cuenta.
En este sentido, el consumidor estaría totalmente dispuesto a gastarse unos euros más si el producto presenta unos estándares de calidad muy altos, tal como afirma un 31%; o bien si proporciona un beneficio superior al resto de la categoría (29%). También el factor salud está muy presente, ya que un 28% no pone objeciones a pagar más por un alimento premium que contenga ingredientes naturales.
¿Qué considera premium el consumidor?
Si bien la primera idea que al consumidor le puede venir a la cabeza cuando le hablan de premium es el precio, el informe de Nielsen constata cómo lo que más valoran los españoles de estos productos son sus atributos de calidad, así como considerar que les proporciona un beneficio especial.
Así, para un 47% premium es algo que está elaborado con materiales o ingredientes de alta calidad. Cuatro de cada diez tienen en mente la diferenciación, de tal modo que consideran que les ofrecen algo único y diferente con respecto a otros, o bien un beneficio superior al resto de la categoría. En cambio, esa primera idea de precio y de que es más caro le viene a la cabeza a sólo un 22% de españoles, algo en lo que además nos diferenciamos de los europeos, pues un 38% (15 puntos más) los visualizan de esta manera.
Uno de cada cuatro consumidores considera que comprar alimentos gourmet muestra un elevado estatus social, haciendo ver a otros su éxito
Por otra parte, una de las conclusiones del estudio es cómo los productos premium tienen asociado un alto componente emocional. Y es que uno de cada tres afirma que les da seguridad, mientras que un 26% dice que comprarlos les hace sentir bien.
Los caminos por los que el consumidor llega a productos premium son muy variopintos. Un 35% los prueba por recomendación de familiares o amigos, mientras que un 26% los busca expresamente. Dos de cada 10 los compran por impulso.
Según Gustavo Núñez, director general de Nielsen España y Portugal, "ir a un resort de lujo en un vuelo low cost, comprar productos gourmet en una tienda de descuento... No hay un consumidor low cost ni high cost, lo que hace es maximizar su presupuesto en determinadas categorías y en otras ser indulgente, darse un capricho o experimentar nuevas y únicas sensaciones, e incluso está dispuesto a pagar más. Todo esto ofrece una oportunidad para innovar y lograr venta incremental, hacer crecer una categoría y una marca".