Revista
La facturación agregada de hipermercados, supermercados y autoservicios, y establecimientos cash & carry en el conjunto del mercado ibérico se situó en 98.290 millones de euros en 2014, un 0,3% menos que en el ejercicio anterior, en un marco de debilidad de los precios y la fuerte competencia entre los operadores del sector, según recoge el Observatorio Sectorial DBK. Las ventas en España disminuyeron un 0,4%, situándose en 83.900 millones de euros, mientras que en Portugal se registró una caída del 0,1%, hasta los 14.390 millones.
La facturación de los supermercados y autoservicios se cifró en 75.550 millones de euros (-0,2%), lo que representó cerca del 77% del total en el mercado ibérico, según este análisis de DBK. Por su parte, se mantuvo la tendencia a la baja de la participación de los hipermercados en el global de las ventas, de manera que su volumen de negocio se contrajo un 1,2%, hasta los 17.580 millones de euros. En cuanto a los establecimientos cash & carry, se observó un leve repunte de su facturación en 2014, debido a la moderada recuperación de la actividad en el sector de la restauración.
Las condiciones del mercado han mejorado en 2015, estimándose para el cierre de este ejercicio un repunte del volumen de negocio sectorial, hasta alcanzar en el global del mercado ibérico una cifra ligeramente por encima de los 99.800 millones de euros.
En España se prevé que el valor del mercado alcance algo más de 85.100 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 1,5%, mientras que en Portugal podría registrarse una tasa de variación de alrededor del 2%.
En los próximos años, según explica la consultura, "se acentuará el desarrollo de nuevos canales de comunicación en internet, así como una cada vez mayor penetración del comercio electrónico y una ampliación de la gama de productos y servicios ofrecidos". La mejora de la oferta de productos frescos constituye otra de las principales líneas estratégicas de los operadores a corto y medio plazo. Además, cabe esperar un aumento de la inversión en ampliación de las redes de puntos de venta por parte de las grandes cadenas, especialmente en formatos de proximidad, así como un mayor protagonismo de los establecimientos franquiciados.
En este contexto, a corto y medio plazo continuará el proceso de concentración empresarial, tanto en España como en Portugal, reforzado con nuevas operaciones de adquisición de empresas y establecimientos por parte de los grupos de mayor tamaño.