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La industria de bebidas refrescantes, con un importante peso económico y social en todo el mundo, es un referente a la hora de ofrecer diversidad de productos y, a su vez, asumir compromisos voluntarios y promover hábitos saludables. Así, entre 2009 y 2015, las calorías por litro del conjunto de bebidas refrescantes puestas en el mercado español se han reducido en un 19%, según datos de Anfabra.
Además, la cuarta parte de los refrescos está por debajo de las 4 calorías por 100 ml, es decir, su aporte energético es casi nulo. Todo ello es el resultado del compromiso del sector con la innovación y la promoción de productos bajos y sin calorías. Estos datos han sido recogidos por la Asociación de Bebidas Refrescantes (Anfabra) sobre una muestra del 80% del total del mercado.
La investigación y el lanzamiento de nuevos productos permite al sector ofrecer una amplia oferta que responde a las necesidades y gustos de los distintos consumidores: con azúcar o sin calorías, con o sin gas, con cafeína o sin ella, con sales minerales y vitaminas, de distintos sabores. Actualmente se comercializan más de 2.000 referencias en el mercado español. Esto hace posible elegir un refresco según los gustos, necesidades, la actividad que vaya a realizar o el momento del día.
Las bebidas refrescantes forman parte de una alimentación equilibrada, variada y moderada. Según un reciente estudio, publicado en la revista científica "Nutrients", sólo aportan el 2,1% del total de las calorías diarias que ingieren los españoles. El estudio también concluye la importancia de mantener un "equilibrio energético" entre lo que se come y lo que se gasta.