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Se ha iniciado la actividad de la nueva planta de 16.345 metros cuadrados que el grupo de alimentación Noel Alimentaria ha construido en Olot (Gerona), concretamente en el polígono industrial Pla de Baix. Una puesta en marcha que va a efectuarse de manera progresiva y que se alargará hasta principios de 2022, cuando está previsto que las instalaciones operen a pleno rendimiento.
La fábrica, que ha contado con una inversión de 35 millones de euros, acoge exclusivamente la actividad de despiece, envasado y congelación de carne y derivados de porcino. A su vez, la producción de productos fileteados y elaborados frescos bactuales instalaciones que Noel tiene en el mismo municipio dedicadas a esta tipología de productos, y que se verán también beneficiadas al disponer de más espacio efectivo.
Gracias a este nuevo equipamiento, la empresa potenciará la fabricación de referencias de alto valor añadido, permitiéndole conseguir una mayor integración vertical en el sector y tener un mayor control de la cadena de suministro.
“Es un paso adelante que nos permitirá optimizar la producción y ser más competitivos en un mercado cada vez más exigente a nivel global. Además, sumado a nuestro proyecto de granjas propias, dispondremos de un control absoluto de la trazabilidad de la materia prima que se destina no solo a la producción de elaborados frescos, sino también a otras divisiones del grupo como la unidad de negocio de charcutería”, afirma el director general de Noel, Joan Boix.
La nueva planta, una de las más avanzadas de Europa en su sector, tiene distribuida su superficie en dos niveles. La planta baja, que acoge, principalmente, la zona de producción y cuenta con sala de despiece, cámaras de canales y jamones, y muelles de expedición para productos frescos; obrador, cámara y almacén, para el envasado; y 5 túneles de congelación, cámaras de congelación con capacidad para 4.000 pallets, y muelles de expedición, para productos congelados. En la primera planta es donde se ubican las oficinas, y el resto de los espacios repartidos entre los dos niveles albergan el comedor para empleados, vestuarios y zonas de mantenimiento, entre otras instalaciones.
Para su construcción, que se inició en julio de 2020, se ha potenciado y priorizado la colaboración con proveedores locales, hecho que ha supuesto destinar de forma directa más de un 50% de la inversión total a empresas del territorio. Esto, junto con la creación de unos 200 nuevos puestos de trabajo que se irán incorporando también progresivamente en los próximos cuatro meses, supone un paso más en la firme apuesta de Noel por la ciudad de Olot y por la comarca de la Garrotxa.
Las nuevas instalaciones están equipadas con tecnología industrial 4.0 y cuentan con todas las medidas y protocolos necesarios para garantizar una buena seguridad alimentaria de los productos.
Otro de los pilares estratégicos de la compañía es la salud y el bienestar de las personas que forman parte de su plantilla. Concretamente, en las líneas de producción de la sala de despiece los puestos de trabajo son más espaciosos, ergonómicos y confortables, ya que disponen de plataformas regulables para adaptar la posición a la altura de las personas, cintas frontales de transporte de cajas para evitar rotaciones repetitivas del torso y unidades de tratamiento de aire (UTA’s) que renuevan el aire y distribuyen el frío de forma homogénea mediante mangas. Otros ejemplos, son que el cien por cien de las carretas de transporte son pilotadas y con carenados de protección, o la habilitación de zonas comunes, como vestuarios y comedores, espaciosas, luminosas y equipadas también con UTA’s.
En total, se han destinado cerca de 2 millones de euros a equipamiento y medidas para favorecer el bienestar de las personas.
Finalmente, el diseño y la construcción de Noel Olot, así como la planificación de su actividad, también se han llevado a cabo con la voluntad de minimizar el impacto en el entorno. La compañía desarrolla toda su actividad en el marco de un Plan Estratégico de Sostenibilidad, alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que marca la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.
En términos de eficiencia energética, se han instalado 4.974 metros cuadrados de placas fotovoltaicas que generarán 983.446 kWh al año destinados a autoconsumo, detectores de presencia, sistemas de ventilación mecánica, se ha incrementado la capacidad de los intercambiadores de calor para reducir el salto térmico, se han instalado recuperadores de calor a la descarga de los compresores y, en la refrigeración del aceite con un depósito de acumulación de calor, las UTA’s cuentan con recuperadores de energía del aire renovado, se han habilitado sistemas de secado de cajas por centrifugación, iluminación de bajo consumo y equipos de máximo rendimiento energético.
Asimismo, se aplica un estricto control sobre el desperdicio del agua mediante sistemas generales de reducción del consumo, sistemas de descalcificación y estrictos protocolos internos de uso responsable; se ha diseñado un plan de gestión de residuos específico y, además, la planta dispone de cargadores de vehículos eléctricos y plazas de aparcamiento para bicicletas, para los empleados que se desplacen al trabajo en este medio de transporte.
Para la construcción de la fábrica se han priorizado materiales con etiqueta verde, reciclados y de proximidad. A nivel estético y operativo, los exteriores del edificio se han diseñado para conseguir la máxima integración en el entorno y el mínimo impacto visual, con un diseño basado en una composición de distintas volumetrías y degradados cromáticos en la mínima escala posible, buscando amabilidad constructiva, e integrando el conjunto en coherencia con la imagen unitaria de la marca y de sus demás centros productivos.