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Picodi.com comparó los salarios mínimos en 64 países del mundo a principios de enero de 2022 y calculó cuál es el porcentaje de estos respectivos salarios mínimos que sus habitantes tienen que gastar para comprar una cesta básica. Los analistas de Picodi comprobaron cómo cambiaron las tasas de salario mínimo en esos países y si tales cantidades pueden garantizar un nivel de vida confortable en un país determinado.
El estudio cubrió países con un salario mínimo establecido por el gobierno: un total de 64 en Europa, América, África, Asia y Australia. Estos países difieren en el grado de carga fiscal ya que en varios países las personas que obtienen el salario mínimo está exenta del impuesto sobre la renta y las contribuciones (Hong Kong, Filipinas, Nigeria); mientras que en otros países la diferencia entre los ingresos brutos y netos puede ser de hasta varias docenas por ciento (en España –11,7%). Por esta razón, la lista incluye solo cantidades netas, es decir, dinero que el empleado realmente recibe en su cuenta bancaria.
España ocupa el puesto 53 en este ranking: desde el 1 de septiembre de 2021, el salario mínimo en nuestro país aumentó un 1%
De los 64 países incluidos, las tasas de salario mínimo en 10 países no cambiaron en comparación con el ranking del año anterior. Estas incluyen Israel, Filipinas, Tailandia, Vietnam y Perú, mientras en Eslovenia la tasa de este año finalmente no fue adoptada. Montenegro puede presumir del mayor aumento del salario mínimo. Como resultado de, entre otras cosas, cambios fiscales favorables, el salario mínimo en este país aumentó de 222 a 450 euros netos (un aumento del 103%). También registramos grandes aumentos salariales en Turquía (50%) y Kazajstán (41%).
España ocupa el puesto 53 en este ranking dado que desde el 1 de septiembre de 2021, el salario mínimo en nuestro país aumentó un 1% (de 844,4 a 853 euros netos mensuales en 14 pagas). En México, el salario mínimo aumentó un 18,7% interanual (posición 9), en Portugal un 6% (posición 32) y en Francia un 3,1% (posición 40).
Para el propósito de este estudio, se creó una cesta de alimentos y se confrontaron los precios de estos productos con el salario mínimo. La cesta consta de 8 grupos de productos: pan, leche, huevos, arroz, queso, carne, frutas y verduras. La lista es muy limitada, pero en las cantidades indicadas, estos productos son suficientes para cumplir con los requisitos mínimos de nutrientes del adulto promedio.
La alimentación básica solo para la supervivencia equivale al 11,8% del salario mínimo. Hace un año, la cesta de productos correspondiente representaba el 12% del salario mínimo en ese momento. Esto significa que el aumento del salario mínimo fue ligeramente superior al aumento de precios.
Si bien las preferencias alimentarias y las percepciones de una vida cómoda varían de una región a otra, e incluso de una persona a otra, los analistas de Picodi se propusieron yuxtaponer los precios de los alimentos básicos con el salario mínimo y ver qué porcentaje de sus ingresos los que perciben el salario mínimo tendrían que gastar en productos que solo garantizarían la supervivencia.
Los primeros países de este ranking son Gran Bretaña, Australia e Irlanda: la relación entre la cesta de productos básicos y el salario mínimo local en estos países varía entre el 6,6% y el 7,3%.
España en este ranking se ubicó en el lugar 11 de 64 países con un resultado de 11,8%, por delante de países como Francia (12,5% y posición 14), Portugal (13,6% y posición 16) y México (35,8% y posición 46).
La situación de quienes ganan el salario mínimo en Rusia, Kazajstán o India no es fácil: en estos países, la cesta mínima de alimentos consume aproximadamente la mitad del salario. Por otro lado, en Nigeria, el salario mínimo no es suficiente ni siquiera para una cesta modesta de productos alimenticios.