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Tras dos atípicos años, en los que el sector de la higiene y la limpieza industrial ha demostrado todo su expertise para hacer frente a las crecientes necesidades de limpieza surgidas en todos los campos, ahora encara el futuro con dos ases en la manga: su apuesta por la innovación y la sostenibilidad.
Proteger la salud de las personas creando un mundo más limpio y sostenible es el leitmotiv que nos mueve a todos los que trabajamos en este sector, además, debemos tener claro que nuestros recursos deben destinarse, sin lugar a duda, al desarrollo tecnológico, ya sea en forma de aplicaciones, robotización o soluciones digitales. Todos estos avances nos permitirán obtener cifras e información de gran valor, de forma casi instantánea, de modo que podamos interrelacionar los diversos datos para la toma de decisiones y, consecuentemente, aplicarlas en la mejora de procesos.
“Los procesos de limpieza y desinfección son una fase más del proceso productivo y las necesidades de la industria alimentaria, el canal Horeca o el Retail no son las mismas y sus soluciones, por tanto, tampoco pueden serlo”
Ahora bien, de nada servirán estos avances si no están alineados también con el cuidado del medio ambiente. Respetar nuestro entorno es un reto tan importante como imprescindible y año tras año seguimos trabajando para ascender un peldaño más en la escalera de la sostenibilidad.
Este objetivo se ha convertido, en los últimos años, en primordial para la industria del entorno agroalimentario que tiene por delante el doble reto de mantener un nivel óptimo de higiene y desinfección de sus plantas y, al mismo tiempo, disminuir el impacto medioambiental de estos procesos de higiene y gestión de los residuos a través de fórmulas basadas en la regla de las tres “R”: reducción, reciclado y reutilización.
La reducción en el número y el volumen de los envases o la disminución del impacto de los productos en el medioambiente, son algunas de las cuestiones que ya se están adaptando a los nuevos criterios de sostenibilidad. De hecho, según los datos recogidos por la Asociación Internacional de Facility Management IFMA España, el tratamiento de los residuos originados en el servicio de limpieza, junto con el uso de maquinaria de limpieza sostenible y la reducción de emisiones y huella hídrica, son los principales retos en cuanto a sostenibilidad que está adoptando el sector de la limpieza.
Por eso, algunas empresas ya estamos abriendo nuestras propias plantas de reciclaje de residuos para facilitar la operativa y minimizar el impacto medioambiental de las operaciones, lo que también permitirá ahorrar costes e incluso obtener beneficios a través de la valorización y el reciclaje. Y hemos dado un paso más a través del desarrollo de herramientas tecnológicas que permiten optimizar al máximo los recursos, reduciendo así el empleo de agua (huella hídrica) o el consumo de soluciones químicas.
Pero no es la única sostenibilidad que debe preocuparnos ya que también debemos velar por la de carácter social. El sector de la limpieza industrial es también un generador de empleo que necesita atraer y retener talento y eso solo será posible con una adecuada planificación para el cuidado y la promoción de los equipos de trabajo.
Por último, en el 2022, habrá un cambio de visión respecto a la importancia de contar con un buen servicio de higiene y desinfección. Cada vez más, se tendrá en cuenta el valor añadido que representan estos servicios y su importancia para garantizar la seguridad de las plantillas y usuarios. Para ello es vital que entendamos que los procesos de limpieza y desinfección son una fase más del proceso productivo y que las necesidades de la industria alimentaria, el canal Horeca o el Retail no son las mismas y sus soluciones, por tanto, tampoco pueden serlo.