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Coincidiendo con el aniversario del comienzo de la erupción del volcán de La Palma, Makro, empresa en distribución mayorista a hostelería, ha celebrado un acto de homenaje a los hosteleros de la isla para reconocer el esfuerzo realizado para su recuperación.
El acto, en el que se ha inaugurado una escultura conmemorativa, ha contado con la asistencia de la consejera de Promoción Económica del cabildo, Raquel Díaz; la alcaldesa de los Llanos de Aridane, Noelia García Leal; David Martínez Fontano, CEO de Makro España; los presidentes de las principales asociaciones del sector colaboradoras de la iniciativa, José Luis Yzuel, presidente de Hostelería de España y Pepa Muñoz, chef y presidenta de FACYRE (Federación de Cocineros y Reposteros de España).
La instalación de la escultura se enmarca bajo el paraguas del Día de la Hostelería, que este año se celebrará el próximo 11 de octubre. El Día de la Hostelería rinde cada año un homenaje al sector por todo lo que sus profesionales aportan a la sociedad y busca visibilizar y ensalzar la labor de los negocios hosteleros empleando uno de sus elementos más representativos como símbolo: el plato.
En palabras de David Martínez Fontano, CEO de Makro España: “Makro siempre ha estado y estará al lado de los profesionales del sector, apoyándoles en los momentos complicados y reconociendo su labor cuando es necesario. Las Islas Canarias son un gran referente en la gastronomía nacional y en Makro seguiremos trabajando para ofrecer el mejor servicio a los profesionales de la región con el objetivo de impactar en el rendimiento de su negocio”.
La consejera responsable de Promoción Económica del Cabildo de La Palma y de la empresa pública Sodepal, Raquel Díaz, recordó que este ha sido un año complicado para toda la Isla, pero especialmente para residentes, comerciantes, productores y empresarios del Valle de Aridane, que se han convertido en un símbolo internacional de resiliencia. "Profesionales que, como los hosteleros, juegan un papel estratégico para la recuperación social y económica en la que estamos inmersos y a los que, desde el Cabildo, vamos a seguir apoyando porque merecen todo nuestro reconocimiento, ya que aportan valor añadido y requieren que trabajemos sin tregua para no perder las oportunidades que el presente y el futuro a corto y medio plazo nos ofrece", indicó.
Por su parte, la alcaldesa de Los Llanos de Aridane, Noelia García Leal, ha reiterado, una vez más, "el firme compromiso de este equipo de Gobierno de seguir estimulando e impulsando, a través de distintas acciones, al sector hostelero del municipio. No podemos olvidarnos que precisamente ellos son una pieza clave para la recuperación en la que ya se encuentra inmerso nuestro municipio, y siempre van a encontrar apoyo en el Consistorio".
El Día de la Hostelería busca poner en valor al sector hostelero en nuestro país. Por ello, la iniciativa viajará a otras ciudades españolas como Barcelona, Sevilla o Santander, entre otras. Mediante este homenaje a los bares y restaurantes españoles, se pone de relevancia su papel como motor de generación de empleo y revulsivo económico en un momento tan importante como el actual.
Hace un año, tras la erupción del volcán y los efectos que la ceniza provocó en numerosas plantaciones, toneladas de fruta apta para el consumo terminaron en el vertedero solo porque su estética había cambiado. Ante esto y, con el objetivo de apoyar a los agricultores de la zona en un momento complicado, Makro decidió adquirir más de 6.000 kilos de manga roja de La Palma, que pusieron a la venta en sus tiendas de Telde, La Laguna y Adeje, a un precio simbólico. La aceptación fue total por parte de los clientes de la compañía y en el primer día se vendieron más de 300 kilos de esta fruta en una sola tienda.
Esta acción se enmarca dentro de la estrategia de sostenibilidad desarrollada por Makro y que tiene como objetivo contribuir a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En concreto, la compañía pretende dar respuesta al ODS 12 -Producción y Consumo Responsable- y su tercera meta de reducir a la mitad para 2030 el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores, así como la reducción de las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro.