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Eroski ha implantado un nuevo etiquetado ambiental en una docena de sus productos de marca propia. Este etiquetado busca comunicar de una manera sencilla el impacto global del alimento en el medio ambiente, con el fin de aportar al consumidor información útil para una decisión de compra más responsable. En paralelo, Eroski consultará a sus clientes, en coherencia con su compromiso de escucha y transparencia, para conocer el interés, la preferencia y el grado de comprensión de este y otros etiquetados basados en la medición de la huella ambiental que están actualmente en desarrollo en Europa.
“Nos preocupamos por formar e informar a nuestros clientes para que puedan realizar elecciones de compra más responsables. La transparencia con el consumidor es una de nuestras señas de identidad. Un ejemplo claro fue la incorporación del etiquetado Nutri-Score en nuestros productos de marca propia, que ha tenido una excelente acogida por parte de los consumidores. Ahora damos un paso más y complementamos la información nutricional con la información sobre el impacto ambiental del producto, con lo que el cliente cuenta con toda la información necesaria para una compra saludable y sostenible”, señala el director de Salud y Sostenibilidad de Eroski, Alejandro Martínez Berriochoa.
Actualmente, la Unión Europea quiere definir un marco común de etiquetado sobre sostenibilidad. En este contexto, hay distintos etiquetados en desarrollo que Eroski ha analizado en colaboración con entidades referentes como el Basque Ecodesign Center (BEC), el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) o la sociedad pública de gestión ambiental del Gobierno Vasco (IHOBE), entre otros.
Alejandro Martínez Berriochoa: “Nos preocupamos por formar e informar a nuestros clientes para que puedan realizar elecciones de compra más responsables. La transparencia con el consumidor es una de nuestras señas de identidad"
“La sostenibilidad es uno de los argumentos que, de forma progresiva, condiciona las decisiones de compra de los consumidores. Los consumidores nos demandan información clara y veraz sobre el impacto de los productos que consumen, pero en un modelo sencillo que puedan comprender al hacer la compra o consumir el producto. Mientras la Unión Europea implanta un sistema homogéneo para todo el sector, en Eroski pensamos que es positivo que el consumidor comience a familiarizarse con etiquetados de impacto ambiental”, afirma Martínez Berriochoa.
La metodología elegida por Eroski para esta primera selección de productos, el Planet-Score, considera y evalúa todos los impactos ambientales del alimento a lo largo de su ciclo de vida (producción, envasado, transporte, consumo y gestión de sus residuos), y los sintetiza en una calificación global expresada en una escala de letras y colores (desde la A verde para los productos de menor impacto ambiental hasta la E roja para los de mayor impacto). Además, la etiqueta ofrece una valoración desglosada del uso de plaguicidas y del impacto en cambio climático y biodiversidad. En los productos de origen animal se añade una valoración del sistema de cría utilizado, bajo una perspectiva de bienestar animal.
Planet-Score considera en su algoritmo de cálculo las diferencias entre los sistemas de producción intensivos y extensivos, y otras cuestiones relacionadas con las prioridades de la estrategia de la Comisión Europea ‘De la granja a la mesa’ como el riesgo de deforestación en la fabricación de piensos o el impacto de pesticidas en la salud humana.