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En Covirán, casi el 50% de la base social de la cooperativa en España está compuesta por mujeres, mientras que en Portugal su influencia se ha incrementado en casi 5 puntos en el último año, situándose en el 40%.
Las mujeres socias han decidido llevar las riendas del negocio familiar que, por lo general, se ubica en los barrios de las grandes ciudades y en el medio rural. Es precisamente en los municipios más despoblados donde su presencia cobra más protagonismo, siendo su labor clave en la generación de riqueza y empleo y, por tanto, con un papel muy relevante en la cohesión social y territorial.
En concreto, seis de cada diez supermercados regentados por socias están en municipios menores de 10.000 habitantes, un dato que muestra la capacidad de emprendimiento de la mujer rural.
El presidente de Covirán, José Antonio Benito, se ha referido a la “esencial” aportación de las mujeres socias al entramado asociativo de la cooperativa y el “imprescindible” papel que juegan en el desarrollo sostenible de los municipios más pequeños.
“El modelo de economía social fomenta la igualdad y brinda oportunidades laborales a mujeres emprendedoras. Es fundamental que demos visibilidad a todas las iniciativas emprendedoras de nuestras socias para que puedan servir de ejemplo como opción de futuro y de emprendimiento, sobre todo en zonas rurales donde es prioritario frenar el despoblamiento”, ha puntualizado.
José Antonio Benito: "Es fundamental que demos visibilidad a todas las iniciativas emprendedoras de nuestras socias para que puedan servir de ejemplo como opción de futuro y de emprendimiento, sobre todo en zonas rurales donde es prioritario frenar el despoblamiento”
De esta manera, Benito ha declarado: “En los últimos años se constata una importante evolución desde que se aprobara el II Plan de Igualdad, actualizado en 2021 con la incorporación de otras mejoras, lo que ha permitido corregir desigualdades, favorecer la promoción interna e impartir la formación en temas de igualdad.
Todas las medidas han sido consensuadas con los representantes sindicales, creándose una comisión que vela por el cumplimiento del plan de igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, y por eliminar cualquier atisbo de discriminación por razón de sexo.
En dicho plan se incluyen mejoras en el capítulo de conciliación, donde se contemplan medidas para reforzar licencias no retribuidas y excedencias, y se dispone de un protocolo para prevenir y proteger a mujeres que puedan ser víctimas de violencia de género.