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El sector español de la fabricación de helados ha logrado enfriar su riesgo de crédito en el último año. De acuerdo con los datos que ofrece el análisis a través de Insight View, el 29% de las empresas del sector presenta un riesgo máximo o elevado de impago, lo que supone una mejora de dos puntos frente a los niveles de 2022. La explicación de esta buena evolución radica, por un lado, en la evolución del turismo y, por otro, en la fortaleza del consumo doméstico de este producto. No obstante, los niveles actuales representan todavía un deterioro del riesgo de crédito frente al 26% prepandémico.
De acuerdo con los datos que ofrece Insight View, Málaga (11%), Alicante (10%) y Barcelona (9%) son las tres provincias con más fabricantes de helados. Teniendo en cuenta los territorios cuyo peso representa al menos el 3% del sector, el ratio de empresas en riesgo elevado de incumplir sus pagos está por encima de la media en Santa Cruz de Tenerife (45%), Málaga (44%), Las Palmas (39%), Girona (39%), Madrid (38%) y Baleares (32%). El mejor ratio se registra en Sevilla (12%), seguido de Murcia (19%), Valencia (22%), Alicante (24%) y Barcelona (29%).
El 53% de los fabricantes de helados ha sido fundado en la última década. Es en ese tramo donde se registra el peor comportamiento financiero: el alto riesgo de impago afecta al 44% de las empresas de este segmento. En las firmas entre los 10 y los 25 años de antigüedad este ratio se sitúa en el 14% y cae hasta el 10% entre las de más de 25 años.
El análisis agregado de las cuentas oficiales presentadas por estas empresas muestra la realidad de un sector que trabaja con una moderada dependencia de la financiación ajena, que representa el 49% del total de sus fuentes de financiación, y con una mejorable calidad de la deuda, ya que el vencimiento del 54% de los fondos ajenos es a corto plazo. El análisis agregado de las cuentas de las casi 600 empresas del sector elaborado con la herramienta Insight View muestra cómo en 2021 los ratios de rentabilidad del sector, aunque mejoraron algo con respecto al ejercicio anterior, se situaron en el terreno negativo.
La distribución por tamaños empresariales muestra la atomización de un sector donde la presencia de grandes y medianas empresas es testimonial: un 75% son microempresas, un porcentaje que asciende al 96% si añadimos también a las pequeñas.