Revista
El presidente de Anged, Alfonso Merry del Val, ha señalado durante la clausura de la Asamblea Anual de la asociación: “El resultado más evidente de la interminable batalla política es una parálisis de reformas y un empobrecimiento de nuestra economía, que ha pasado de rozar la convergencia en renta con la media europea a una preocupante decadencia”. Merry del Val ha recordado también que: “En España nos hemos olvidado de uno de los principales problemas estructurales: la baja productividad, que se traduce en un menor crecimiento de las empresas y en un freno para la inversión y el empleo”.
Según datos de Eurostat, desde 2009 la productividad en España ha avanzado 10 puntos menos que la media europea. En particular, desde 2019 hemos perdido 3,8 puntos de productividad, abriendo una brecha de 5 puntos con la UE. En este sentido, Merry del Val ha insistido en que “sólo mejorando la productividad de las empresas se puede garantizar un crecimiento sano de nuestra economía a largo plazo, capaz de proveer mejores empleos y proporcionar el máximo nivel de bienestar a sus ciudadanos. No podemos marginar a los empresarios porque son la base sobre la que se construye la riqueza de un país, el pilar para sostener la inversión y los servicios públicos”.
Alfonso Merry del Val: "El resultado más evidente de la interminable batalla política es una parálisis de reformas y un empobrecimiento de nuestra economía, que ha pasado de rozar la convergencia en renta con la media europea a una preocupante decadencia"
El presidente de Anged ha demandado tomar perspectiva del difícil contexto internacional: “El mundo se está reconfigurando en dos grandes polos geopolíticos, con un repliegue de la globalización y serias amenazas para la paz. La definición de una autonomía estratégica europea requiere un ingente esfuerzo en materias como la defensa, la ciberseguridad, la innovación o las cadenas de producción industriales”. Por ello, ha planteado la disyuntiva entre “ser un activo o un factor de incertidumbre para Europa”, ya que “la parálisis política envía una señal de desconfianza hacia un país que se dirige a un estancamiento debido a la inoperancia para abordar las grandes reformas”.
Anged y la consulta Lasker han presentado los resultados de una encuesta a 100 directivos y profesionales del mundo empresarial en la que se apuntan algunas claves que debería abordar la agenda de reformas. En concreto, un 51% de los encuestados cree que para recuperar la confianza de las empresas hay que garantizar unas reglas de juego claras, previsible y ágiles. En esta línea, un 45% aboga por simplificar las cargas burocráticas y los trámites para aumentar la productividad. En cuanto al mercado laboral, un 37% cree que hay que seguir avanzando en la flexibilidad para adaptarse mejor a los cambios y un 31% ve necesario mejorar el sistema educativo y universitario para incorporar nuevos perfiles. En material de impuestos, los encuestados señalan 3 prioridades: Más incentivos para la inversión, la I+D y el empleo; mayor estabilidad en el sistema tributario y evitar nuevos tributos que no respondan a razones de eficiencia. Por otro lado, en la transición hacia una economía sostenible, un 58% ve imprescindible garantizar la proporcionalidad de las medidas para que puedan ser viables.