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Entre los años 2003 y 2005 el PIB per cápita español estaba entre el 84% y el 85% de la media europea y actualmente nuestro porcentaje de PIB se sitúa en un 78%. Este dato, expuesto recientemente por el presidente de Aecoc, Javier Campo, en su congreso de gran consumo, "confirma que España ha perdido un cuarto de siglo en la convergencia real con Europa", indican desde la asociación.
En este contexto, Aecoc ha expresado que "tiende la mano a la colaboración con el nuevo Gobierno con un objetivo prioritario: contribuir a incrementar la competitividad de la economía e impulsar el crecimiento potencial del país".
Aecoc ha expresado que "tiende la mano a la colaboración con el nuevo Gobierno con un objetivo prioritario: contribuir a incrementar la competitividad de la economía e impulsar el crecimiento potencial del país"
Desde Aecoc se incide en que "en ese cometido, tal y como ha avanzado la vicepresidenta primera del Gobierno, es imprescindible, en primer lugar, reconocer el papel que las empresas desempeñan al servicio del conjunto de la sociedad y, en segundo, activar los mecanismos y las líneas de acción necesarias para incentivar el aumento del tejido empresarial, así como el buen gobierno de las ya existentes".
La cadena de valor del gran consumo, a la que Aecoc integra, aporta en su conjunto el 25% del PIB nacional y proporciona 4,4 millones de puestos de trabajo. Es además un sector vertebrador de la economía española y un gran contribuidor a las exportaciones de nuestro país. Por ello, solicita al nuevo Gobierno un marco de seguridad jurídica que favorezca la inversión y el desarrollo de nuevos proyectos empresariales.
Además, es necesario impulsar un escenario de trabajo basado en la competitividad administrativa, normativa y fiscal (que evite sobrecargas y trabas al crecimiento de las empresas) y promover un marco regulatorio armonizado (que permita operar bajo reglas comunes en todo el Estado) y que no amplíe las exigencias de los reglamentos comunitarios, poniendo así a España en desventaja competitiva frente a otros países de nuestro entorno.
Mención especial merecen las políticas de empleo. En España, a pesar de que actualmente el comportamiento es positivo, tenemos una tasa de paro que casi dobla el de la media europea y, en el caso de la población joven, el porcentaje se dispara hasta el 27%.
Así desde Aecoc se incide en que "el país necesita, por tanto, revisar sus políticas de empleo y desempleo, avanzar en materia de conciliación y digitalización e impulsar un modelo de formación profesional (especialmente en modalidad dual) especialmente orientada a cubrir las necesidades laborales del mercado". Desde la asociación empresarial se asegura que "es además indispensable ayudar a mejorar la competitividad de nuestra fuerza laboral y avanzar en la implementación de nuevas tecnologías para poder recuperar una productividad que no sólo está un 24% por debajo de la Eurozona sino que además no evoluciona positivamente".
En materia de transporte, Aecoc considera necesario establecer los canales necesarios para que las políticas de transporte de mercancías y distribución urbana se hagan desde el conocimiento de la realidad empresarial y desde las necesidades de las compañías que operan en este ámbito. Así, entre las principales urgencias figuran la aprobación de las 44 toneladas de carga, la puesta en marcha del corredor mediterráneo y la armonización de las medidas y regulaciones a implementar en la distribución urbana de mercancías.
Finalmente, la asociación de empresas del gran consumo considera necesario trabajar desde la colaboración en estrategias de información al consumidor que le ayuden a disfrutar, de forma sensata y saludable, de una de las gastronomías y dietas más variadas y ricas del mundo (la dieta Mediterránea) y a no utilizar la fiscalidad para tratar de cambiar hábitos alimenticios o estilos de vida, ya que los intentos llevados a cabo en ese sentido se han demostrado ineficaces.
Y, en el ámbito de la sostenibilidad, insta al Gobierno a trabajar con una visión y estrategias a largo plazo que permitan avanzar hacia un modelo de crecimiento más sostenible (con el que el sector está totalmente comprometido), ofrezcan seguridad y garantías a la inversión (en temas como renovación de flotas de transporte) y promuevan un marco regulatorio acorde al contexto económico y en consonancia con el buen funcionamiento de las empresas. Es imprescindible evitar los riesgos de una regulación que no tenga en cuenta el verdadero impacto económico y medioambiental de las medidas propuestas como, por ejemplo, en el caso de las normas de reutilización obligatoria de los envases.