Revista
Simon-Kucher, consultora global de estrategia y marketing, analiza los precios del sector restauración y su comportamiento al cierre del 2023. De esta manera, la restauración subió sus precios un 5,9% de media durante 2023, aumento liderado por las cafeterías y la restauración no organizada (no cadenas).
Como ya ocurrió en 2022, la restauración volvió a absorber parcialmente la subida de costes alimentarios en 2023 (7,3%). Entrando a nivel producto, las hamburguesas, los refrescos y los platos principales son los que más han incrementado su precio frente al café que ha mantenidos su precio. Galicia y Baleares son las comunidades que más han aumentado sus precios (7,9%), junto con las zonas turísticas de playa, que han aprovechado el aumento de gasto turístico.
En el estudio ‘Restaurant PriceTracker 2023’, Simon-Kucher analiza desde distintos ángulos qué segmentos de la restauración han variado sus precios, a través de qué productos y en qué regiones del país.
En el transcurso del 2023, los precios en el sector de la restauración han experiementado un constante aumento, alcanzando un incremento del 5,9% de media, en comparación con el cierre de 2022. Las cafeterías lideran el aumento con un incremento medio del 6,5%, seguidas de cerca por la comida rápida y el sector casual, ambos con un aumento promedio del 5,1%. Un dato clave es que la restauración ha absorbido el 20% del aumento de costes alimentarios. Mientras que el IPC registró un incremento de precios de costes alimentarios del 7,3% acumulado en 2023, la restauración ha elevado sus precios en un 5,9%. Esto subraya la continua competitividad del sector frente al consumo en casa, reduciendo la brecha de precios entre ambos y fomentando el consumo fuera de casa.
Los entrantes, los refrescos y las hamburguesas destacan como los productos con mayores aumentos a lo largo de 2023, especialmente las hamburguesas, evidenciando un aumento tanto en la comida rápida como en las cafeterías. Por otro lado, la pizza es el producto principal con el menor incremento de precios a lo largo del año, principalmente impulsado por estrategias promocionales agresivas en el segmento de comida rápida para reactivar la demanda.
Carles Munich: "Las marcas se enfrentan al reto de optimizar los precios para recuperar el terreno perdido y establecer una base de rentabilidad estructural que les permita generar actividad promocional atractiva para reactivar la demanda"
La restauración no organizada ha experimentado un aumento de precios superior al de la organizada en 2023. Este fenómeno se debe en parte a la reacción más tardía de la restauración no organizada a la inflación alimentaria, siendo la organizada la que lideró los aumentos de precios el año pasado.
En cuanto a su situación geográfica, hay una diferencia sustancial entre las comunidades como Galicia y Baleares que han aumentado sus precios en un 7,9%; frente a Asturias, que tan solo ha incrementado sus precios un 4,2% o Cantabria (4,3%) y las dos Castillas (4,4%). Se observa una clara tendencia de mayor aumento de precio en las comunidades vacacionales de playa, donde el repunte de gasto turistico llevó a incrementos de precio este verano.
De cara al 2024, la restauración enfrenta el desafío dual de mejorar márgenes y recuperar precios medios, mientras se adentra en una posible ralentización de la demanda. Las marcas se verán obligadas a optimizar los precios para recuperar marginalidad y, simultáneamente, activar campañas promocionales atractivas y segmentadas para estimular la demanda. Carles Munich, director senior de Simon-Kucher, indica: "Las marcas se enfrentan al reto de optimizar los precios para recuperar el terreno perdido y establecer una base de rentabilidad estructural que les permita generar actividad promocional atractiva para reactivar la demanda".