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Las instalaciones de Campofrío Frescos en el polígono de Villaloquéjar (Burgos) han reducido en un 40% su consumo de gas natural gracias a la transformación de residuos en biogás para el autoconsumo.
“El principal reto de la industria alimentaria es lograr que el impacto de su actividad sea neutro y, con este propósito, Campofrío Frescos se ha comprometido a alcanzar un modelo de producción regenerativo y circular, donde la gestión eficiente de subproductos y residuos juega un papel fundamental”, señala Diego Durán, director industrial de Campofrío Frescos.
El proyecto ha sido desarrollado en colaboración con la empresa Biogasnalia (Grupo Ecoalia), que cuenta con una planta de biometanización por digestión anaerobia próxima a las instalaciones de Campofrío Frescos, lo que permite minimizar el transporte y crear una sinergia de km 0.
Diego Durán: "Campofrío Frescos utiliza el biogás generado para autoconsumo, empleándolo en actividades clave de sus operaciones, tales como calentar agua, escaldar y limpiar, siendo capaces de cubrir más del 40% de la demanda de gas necesaria para nuestros procesos"
El proceso comienza con el envío de los lodos de la depuradora y los subproductos de Campofrío Frescos a la planta de Biogasnalia. Allí, estos residuos se tratan y convierten en biogás, que luego se devuelve a la compañía a través de una tubería subterránea de más de 700 metros de longitud que conecta ambas instalaciones.
“Campofrío Frescos utiliza el biogás generado para autoconsumo, empleándolo en actividades clave de sus operaciones, tales como calentar agua, escaldar y limpiar, siendo capaces de cubrir más del 40% de la demanda de gas necesaria para nuestros procesos”, explica Diego Durán. En concreto, esta iniciativa permite a Campofrío Frescos generar 12.000 Mwh de energía térmica al año, lo que supone una reducción de 2.155 toneladas anuales de emisiones de CO2 equivalente.