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El Plan Estratégico de Recuperación y Transformación Económica (PERTE) Agroalimentario II contará con 100 millones de euros de ayuda directa al sector. Financiará proyectos individuales y tendrá nueva línea de apoyo a PYMEs. La consulta pública de la orden de bases y de la convocatoria se abrirá esta semana y la resolución será firme antes de finalizar 2024. Son las principales novedades que han desvelado el comisionado del PERTE, Jordi Carbonell, y el director de la Oficina Técnica, Galo Gutiérrez, en un evento organizado por la Oficina Alimentaria de LLYC.
A diferencia de la anterior edición, el proceso de adjudicación será por concurrencia simple, no competitiva. “Eso significa que conforme vayan entrando se irán aprobando y pagando”, ha especificado Jordi Carbonell durante la jornada. Permitirá que los pagos formen parte del ejercicio presupuestario de 2024. “Queremos ser más ágiles. Va a ser un proceso rápido. El primer PERTE fue complicado a nivel administrativo, por ello lo hemos simplificado. Tenemos el objetivo de repartir la totalidad de los 100 millones de euros, y así poder pedir más dinero a Europa”, ha concluido.
Jordi Carbonell: "Permitirá que los pagos formen parte del ejercicio presupuestario de 2024. Queremos ser más ágiles. Va a ser un proceso rápido"
“Queremos financiar los proyectos individuales. Antes había interés en proyectos de cooperación, pero vistas las exigencias de la normativa comunitaria y propia, genera muchas dificultades y suponían un maratón de obstáculos. Este nuevo modelo nos permite llegar a la realidad de la industria. Tenemos ganas de evaluar bien los proyectos, por eso cuanto más sencillo mejor para todos”, ha revelado Gutiérrez.
También han indicado que se está trabajando sobre la idea de que el plazo de ejecución de los proyectos sea de dos años a partir de la resolución definitiva de las ayudas. Además, las garantías serán de un porcentaje de la ayuda, en tres escalones, y dependerá de la solvencia de la empresa, según han explicado. Las empresas y proyectos beneficiados pueden ser sociedades mercantiles privadas, cooperativas y sociedades agrarias de transformación (SAT), que desarrollen una actividad industrial.
Por su parte, Fernando Moraleda, director de la Oficina Alimentaria de LLYC, y moderador del evento, a la luz del éxito de los proyectos presentados en la primera convocatoria, ha incidido en la importancia de la colaboración público-privada para el buen funcionamiento de la cadena alimentaria, y en especial, para este nuevo PERTE Agroalimentario.