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Hace unos días algunos medios de comunicación recogían la noticia de que el aumento de la demanda de huevos en la Unión Europea pone en cuestión el abastecimiento, y algunos países, como Francia, podrían tener que aumentar su producción o importar huevos.
La Unión Europea es habitualmente excedentaria de huevos (entre el 4 y el 7%, según los años), y las previsiones de producción y de consumo de huevos son optimistas, como se puede ver en la última publicación de la Comisión Europea sobre las perspectivas para los mercados agroalimentarios en la UE para los próximos años.
Y ahora, la pregunta que subyacía en la noticia ¿Faltarán huevos en el mercado europeo? La respuesta que nos viene a la mente es que no. España es el tercer productor de la UE, y exportamos desde hace décadas parte de nuestra producción de huevos (entre el 15 y el 30% en los últimos años) a la UE y a terceros países. Si aumenta el consumo en el mercado comunitario, suministraremos más huevos españoles a la UE y menos a terceros países. Así se aseguraría el consumo de huevos de calidad europea en nuestro mercado de huevos de mesa, con las garantías que los consumidores piden a este alimento.
Pero tenemos que tener en cuenta también la evolución del mercado del huevo en España para estimar los posibles volúmenes a exportar. En 2023 ha aumentado un 8,2% el consumo total de huevo en los hogares respecto a 2022, y un 7% si consideramos el aumento per cápita. Es una muy buena noticia para los productores y nos da algunas pistas sobre la actitud de los consumidores. Puede indicar confianza en el huevo como alimento y en la calidad y seguridad de los huevos producidos en España y en la Unión Europea. También es cierto que, en un contexto de subida de precios de los alimentos generalizada, el huevo es uno de los alimentos más asequible y versátil en la cocina diaria, algo que los compradores españoles (y los europeos también) valoran especialmente.
“El consumo entre la población más joven es muy inferior a la media”
Sin embargo, ahondando un poco más en los datos sobre el consumo de huevos en los hogares españoles aportados por el Ministerio de Agricultura en su informe “La Alimentación en España en 2023” hay aspectos a tener en cuenta para estimar la evolución del consumo de huevos en un futuro próximo. Y es que, si bien ha aumentado el consumo en general, hay hogares que consumen bastante más que la media, como los formados por padres con hijos de edad media y mayores, las parejas sin hijos y los retirados, que suponen un 60% de la población y la de mayor edad. Y consumen menos que la media los hogares de adultos y jóvenes independientes, las parejas jóvenes sin hijos y las familias con hijos pequeños. Esta situación, que se repite en otros países de la UE, conduce a un consumo inferior al actual en los próximos años, si no cambia la tendencia.
Teniendo en cuenta las ventajas nutricionales del huevo para toda la población, y especialmente durante el crecimiento, y para las mujeres en edad fértil y las personas físicamente activas, es importante comunicar el papel que puede jugar el huevo para mejorar la calidad nutricional de nuestra alimentación. Esta es una tarea en la que el sector debe volcarse. Y también hay que explicar mejor cómo se producen los huevos en la UE, algo que demandan particularmente los más jóvenes. Los huevos que llegan al mercado desde las granjas comerciales y centros de embalaje de la UE son de calidad, proceden de gallinas bien cuidadas y sanas, con unos requisitos de producción que son los más exigentes del mundo y que no todos conocemos. Por ello, contrarrestar las numerosas noticias sin fundamento que circulan en las redes sociales e Internet sobre los huevos como alimento y su forma de producción es un esfuerzo ímprobo. Y le corresponde a la interprofesional ofrecer datos contrastados y con base técnica y científica para que el consumidor compre huevos suficientemente informado sobre los aspectos que le interesan. Es la tarea de comunicación que está desarrollando Inprovo en sus campañas “Hoy huevo. Alimenta cuerpo y mente” y “Los Juegos del Huevo”, esta última completamente digital y desarrollada en colaboración con las organizaciones del sector de Francia (SNIPO) y Hungría (PPB).
Trataremos de animar a los consumidores, especialmente a los más jóvenes, a conocer y apreciar todo lo que hay detrás de cada huevo fresco de la UE que llega a nuestra mesa. Porque mantener el consumo de huevos europeos es fundamental para apoyar a unos productores que aplican cada vez mayores requisitos y exigencias, tanto normativas como de mercado, y para que el huevo fresco, seguro y producido de forma sostenible en la Unión Europea esté presente en la dieta de los ciudadanos comunitarios como hasta ahora.