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Comer entre horas es una costumbre cada vez más arraigada en la cultura europea pero cada país tiene sus preferencias y peculiaridades, según desvela el informe ‘Un continente de picoteo’ realizado por Snack’In For You, la marca de snacks de Sigma, con motivo del Día Mundial del Aperitivo, que se celebra mañana.
De acuerdo con el estudio, España es el país europeo con mayor preferencia por el aperitivo salado (67%), mientras que los portugueses se inclinan ligeramente por el dulce (53% dulce vs 47% salado), y franceses (56% salado vs 44% dulce), británicos (54% salado vs 46% dulce) o alemanes (51% salado vs 49% dulce) muestran mayor equilibrio entre ambas alternativas.
En relación a los productos más consumidos, en España triunfan los salados tipo patatas fritas o palomitas, seguidos de frutos secos y fruta; Francia y Gran Bretaña coinciden con España en su preferencia por las patatas fritas y palomitas, pero los franceses añaden ‘cookies’ a sus favoritos y los británicos galletas.
El gasto destinado al consumo de snacks también muestra la importancia que esta costumbre tiene en cada país: los británicos lideran el gasto anual por persona con 72€, seguidos por españoles (57,5€), alemanes (49,2€) y franceses (32,3€)
En Rumanía, los snacks más comunes son la fruta o las patatas fritas, mientras que en Alemania los recurrentes salados aparecen en su top 3 junto con dulces como el pudding o el chocolate. Portugal merece una mención aparte por ser el país que presenta un tipo de consumo más orientado a la salud, con la fruta como producto predilecto, y con mayor consumo de pan o yogur que en otros países.
En este sentido, el estudio “Un continente de picoteo” muestra a un consumidor cada vez más preocupado por su alimentación, que busca una nueva forma de picotear más saludable que, a la vez, le proporcione satisfacción y placer: “Las nuevas tendencias apuntan a un consumidor que desea productos que satisfagan todas sus necesidades: que le aporten los nutrientes que necesita, que le ayuden a mantener una dieta equilibrada pero que, sobre todo, mantengan todo el sabor”, señala Simón Fusté, director de Snacking de Sigma en Europa.
En ese marco, el gasto destinado al consumo de snacks también muestra la importancia que esta costumbre tiene en cada país: los británicos lideran el gasto anual por persona con 72€, seguidos por españoles (57,5€), alemanes (49,2€) y franceses (32,3€).
Asimismo, el informe de Snack’In For You desvela que el momento de consumo también está estrechamente ligado a las costumbres más arraigadas de cada país. De ahí que en Alemania o Gran Bretaña, donde se cena más temprano, se dé un hábito de consumo nocturno superior al de los países mediterráneos. De hecho, mientras en Gran Bretaña el picoteo tras la cena se realiza en el 30% de las ocasiones y en Alemania en el 33%, en España, Francia o Portugal no supera el 19%.
Simón Fusté: "Las nuevas tendencias apuntan a un consumidor que desea productos que satisfagan todas sus necesidades: que le aporten los nutrientes que necesita, que le ayuden a mantener una dieta equilibrada pero que, sobre todo, mantengan todo el sabor"
De acuerdo con el estudio de Snack’In For You, en lo que coinciden prácticamente todos los países europeos es en la motivación del aperitivo: saciar el hambre o darse un momento de placer. De ahí que en Alemania (54%), Portugal (38%), Francia (28%), España (28%) y Reino Unido (21%) el consumo está ligado a ‘matar el gusanillo’, mientras que Rumanía es el país más proclive al consumo por placer (24%). Junto a estas motivaciones, los países mediterráneos también apelan a la ‘falta de tiempo’ para tomarse un snack, mientras que en Gran Bretaña y Alemania destacan el elemento “recompensa”.
“En un sector en permanente evolución con del snack, estas diferencias culturales y gastronómicas exigen a las marcas una estrategia ‘glocal’ a la hora de innovar para, así, poder satisfacer de forma individual las motivaciones, gustos y hábitos de cada uno de los países”, señala Fusté.
Por el contrario, los europeos presentan grandes similitudes cuando se trata del grado de planificación de la compra de este tipo de productos: en España y Portugal se planifican en un 72% de las ocasiones, y en Francia en un 63%. Además, la mayor parte del consumo se produce en el hogar: un 77% en España, un 69% en Francia y un 64% en Rumanía.