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Con motivo de la celebración de Halloween, Produlce, la Asociación Española del Dulce, pone en valor la producción de las compañías del sector para esta festividad, cuyas tradiciones están cada vez más instauradas en nuestra cultura. Así, llega a suponer hasta un 10% de la facturación anual de las empresas que apuestan por una oferta específica para esta semana, tanto para el mercado interno como para el exterior, donde tienen un gran recorrido.
La asociación celebra el éxito de este segmento dentro de las exportaciones del sector, que crecieron un 21,2% en 2023, representando 779 millones de euros, según los datos extraídos del ‘Informe del sector del dulce en España 2023’ elaborado por la organización, así como de su ‘Informe de Comercio Exterior’. Estos resultados destacan la competitividad y adaptabilidad de las empresas españolas, consolidando su presencia en los principales mercados internacionales.
Dentro de esta expansión global, Estados Unidos emerge un año más como el mayor mercado individual, representando el 70% de las exportaciones de todo el sector del dulce a este país, con unas ventas que ascendieron a 148 millones de euros en 2023. Francia, Alemania y Reino Unido también figuran entre los destinos clave de la categoría de caramelos y chicles, con exportaciones de 104 millones, 93 millones y 59 millones de euros, respectivamente.
Rubén Moreno, secretario general de Produlce, afirma: “La evolución es positiva y prevemos que va a continuar creciendo y consolidándose como un buen momento del año, tanto en el mercado interior como en las exportaciones, y extendiéndose cada vez a más categorías como galletas o chocolates”
Esta expansión en el mercado estadounidense muestra la capacidad de innovación de las empresas españolas, que cada vez adaptan más sus productos a las exigencias de los consumidores globales. Así, Halloween se ha consolidado como una de las festividades más importantes para el sector de caramelos y chicles, generando un notable incremento de ventas para aquellas compañías que apuestan por esta celebración.
Rubén Moreno, secretario general de Produlce, afirma: “La evolución es positiva y prevemos que va a continuar creciendo y consolidándose como un buen momento del año, tanto en el mercado interior como en las exportaciones, y extendiéndose cada vez a más categorías como galletas o chocolates”.
A pesar de que Halloween es una festividad tradicional de EE. UU., cada año cobra más fuerza en nuestro país y las empresas españolas están aprovechando estas fechas para innovar en su oferta de productos. Así, este periodo puntual de alto consumo de la categoría ha impulsado una tendencia que está ganando terreno. Otras tendencias en alza son la demanda de dulces sin azúcar, sin gluten e incluso Halal. Este cambio en las preferencias responde a la creciente preocupación por la salud y el bienestar, en un contexto donde la oferta española se adapta con versatilidad y modernidad a la tradición americana y a estas tendencias.
Además, las empresas españolas están continuamente renovando sus catálogos con el lanzamiento de nuevos formatos cada año, adaptando sus productos a las expectativas estéticas de Halloween como los envases on the go o “para llevar”, ya que son ideales para la tradición del ‘truco o trato’, una práctica cada vez más extendida en nuestro país. El packaging sostenible también ha cobrado protagonismo, con un enfoque centrado, sobre todo, en envases reciclables y biodegradables, una demanda que el sector del dulce ha sabido aprovechar para diferenciarse en el mercado.
Rubén Moreno, señala: “Halloween se ha convertido en un catalizador para que las marcas españolas de caramelos y chicles muestren su compromiso con la innovación y la sostenibilidad, dos pilares que sostienen el crecimiento de nuestras exportaciones. La demanda en Estados Unidos es exigente y altamente competitiva, y hemos demostrado que la industria dulce española tiene mucho que ofrecer”.
Este enfoque en la sostenibilidad, acompañado por una alta competencia de la oferta en el mercado estadounidense, impulsa a las empresas a optimizar sus estrategias de posicionamiento y producción para mantenerse competitivas. Así, las marcas españolas enfrentan los desafíos en la producción para no solo consolidarse en EE. UU., sino también reforzar su liderazgo en exportaciones hacia Europa, con Francia, Alemania y Países Bajos como mercados clave.