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El Consejo de Ministros ha aprobado la norma de calidad del aceite de oliva y del orujo de oliva, en una apuesta por revalorizar el producto, atender a las demandas de transparencia y satisfacer al sector oleícola. Con este real decreto, el ministerio pretende fomentar el conocimiento de sus propiedades entre los consumidores españoles y situarlo en el lugar que le corresponde.
El aceite de oliva es el tercer producto agroalimentario más exportado por España con un valor de más de 2.800 millones de euros anuales
Por ejemplo, para evitar confusiones entre los consumidores, los términos “virgen” y “virgen extra”, solo se podrán utilizar para el aceite de oliva y no para ninguna otra grasa vegetal en el mercado español.
También se refuerza la prohibición de mezclar aceite de oliva con otros aceites. Queda prohibido que alimentos que llevan en su composición aceite de oliva puedan destacarlo en la denominación de venta (si deberán hacerlo en la lista de ingredientes) con el fin de evitar engaños al consumidor. Por ejemplo, los aliños o condimentos con base de aceite de oliva no podrán utilizar las menciones “aceite de oliva u orujo de oliva” en su denominación comercial.
Para garantizar la calidad, se prohíbe también en España el refrescado, es decir, la mezcla de aceites de oliva vírgenes de la campaña en curso con otros anteriores para mejorar las características organolépticas del producto más antiguo. Lo que afectaba a la durabilidad del nuevo aceite.
A partir de ahora, el sector oleícola contará con un plan nacional específico de control de trazabilidad, coordinado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y gestionado por las autoridades competentes de las comunidades autónomas.
La búsqueda de la máxima transparencia también se va a reforzar con la publicación de informes de resultados de los controles de conformidad y de trazabilidad del producto.
Por primera vez, se obliga a llevar un sistema de trazabilidad estandarizado. Además, se obliga a que los movimientos de aceite vayan amparados por un boletín de análisis que garantice que la categoría declarada es la que dice ser.
El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación pondrá a disposición del sector y autoridades de control un sistema informático para realizar la notificación previa y obligatoria de cualquier movimiento que afecte al producto.
El nuevo sistema de trazabilidad español es pionero en el mundo
Para promover la imagen del aceite de oliva virgen extra (AOVE), se elaborará un código de buenas prácticas de adhesión voluntaria, consensuado entre los ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación y el de Consumo, así como con las asociaciones representativas del sector productor, de la industria, de la distribución y de los consumidores.
El objetivo es mejorar la percepción por parte de los consumidores del aceite de oliva virgen y reforzar la calidad de la categoría ‘virgen extra’. De esta forma, el código incluirá medidas concretas como la mejora del envasado y la presentación del AOVE, de tal forma que el consumidor identifique que está comprando un producto de calidad extraordinaria.
España es el principal elaborador y exportador de aceite de oliva del mundo. Cuenta con más de 2,75 millones de hectáreas de olivar, que suponen el 15,1 % de las tierras de cultivo y el 10,1 % de la superficie agraria útil; con presencia en 15 de las 17 comunidades autónomas.
Precisamente, el 60% de la superficie de cultivo de olivar es tradicional, cuyas características son el olivar de alta pendiente (21 %) y de bajo rendimiento (42 %). De ahí, que su estructura empresarial esté muy ligada al medio rural, que genera más de 32 millones de jornales por campaña.
Más de 350.000 agricultores se dedican al cultivo del olivar; producción que ha generado un importante tejido industrial en zonas rurales, con 1.831 almazaras, 1.763 envasadoras y 63 orujeras, que mantiene unos 15.000 empleos en la industria.