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Bifrutas avanza en materia de sostenibilidad y reduce impacto ambiental y la huella de carbono de la marca. En este sentido, Bifrutas ha anunciado recientemente el lanzamiento de distintas alternativas más sostenibles al envasado de sus productos con el objetivo de reducir la cantidad de plástico virgen de origen fósil que se introduce en el mercado.
Bifrutas está aplicando esta política basada en la circularidad de su packaging, desde los propios briks (200 ml, 330 ml y 1 L) hasta las pajitas, sin olvidar el plástico retráctil que utiliza para agrupar los envases. De esta manera, en conjunto, la marca de zumo-leche de Pascual espera ahorrar más de 450 toneladas de plástico de origen fósil anualmente, el equivalente al plástico que se recicla en una ciudad de 26.500 habitantes. Además, gracias a esta estrategia, Bifrutas evitará la emisión de 728 toneladas de CO2 a la atmósfera cada año, una cantidad similar a lo que emite una flota de 352 turismos.
Juan Luis González Maroto: “Este anuncio corresponde a un esfuerzo global de la compañía por hacer de la innovación un vehículo para favorecer cambios que nos permitan producir de manera más respetuosa con el medioambiente”
Según afirma Juan Luis González Maroto, director de la Unidad de Negocio de Bifrutas y Zumos de Pascual, este anuncio corresponde a un esfuerzo global de la compañía por “hacer de la innovación un vehículo para favorecer cambios que nos permitan producir de manera más respetuosa con el medioambiente”.
De esta manera, Bifrutas sustituye parte del plástico de origen fósil de todos sus briks por plástico de origen vegetal procedente de plantaciones sostenibles. Esto hace que los nuevos briks PlanTBased de la marca estén compuestos de al menos más del 77% de materias primas renovables, utilizando cartón que cuenta con certificación FSC, procedente de bosques gestionados responsablemente y que permiten absorber CO2 durante su crecimiento, además de necesitar menos energía en su transformación. Además, los briks Bifrutas cuentan con un nuevo tapón 100% renovable y elaborado a partir de caña de azúcar.
Bifrutas introduce también un 50% de polietileno reciclado en los agrupadores retráctiles, evitando utilizar cerca de 30.000 kg de plástico virgen y reduciendo la huella de carbono. Este polietileno reciclado procede de plásticos ya presentes en el mercado, lo que permite producir menos plástico virgen, y por lo tanto no se necesita extraer ni refinar más crudo para su fabricación. Al igual que pasa con el papel reciclado, a través del reciclaje de envases que ya están en circulación.
Evita también con sus nuevas pajitas de papel introducir más de 95 M de pajitas de plástico en el mercado, y reduciendo más de 40.000 kg en plásticos de un solo uso. A nivel de compañía, Pascual ha conseguido reducir sus emisiones de carbono en un 18,7% entre 2015 y 2019, acercándose a los objetivos plurianuales fijados por la compañía para el ciclo medioambiental 2015-2020.
Además, en el último año Pascual ha conseguido la estrella Lean&Green por la reducción de un 20% de sus emisiones en logística y transporte desde 2015, otorgada por la Asociación de Empresas de Fabricantes y Distribuidores (AECOC). Por otro lado, la compañía ha lanzado una ambiciosa estrategia de envases sostenibles en su marca de agua mineral Bezoya, el denominado ‘Compromiso Bezoya’, con el que la compañía pretende fabricar todas sus botellas con plástico reciclado este mismo 2021, adelantando el objetivo fijado en primer momento para el año 2022. Por ahora, la marca ya ha alcanzado el 90% de los formatos de sus botellas fabricados con rPET.