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El director general de Fiab, Mauricio García de Quevedo, ha comparecido ante la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico del Congreso de los Diputados para exponer la visión del sector sobre el Proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados, que definirá el enfoque del Gobierno a la hora de aplicar en España el marco normativo que plantea la Unión Europea en este ámbito.
Durante su intervención, García de Quevedo ha recordado el compromiso del sector de evolucionar hacia un modelo de economía circular donde se mejore el uso, reutilización y reciclado de los envases y residuos de los mismos, se prevenga el abandono de residuos en el medio y se impulse el mercado de materias primas secundarias con objeto de volver a reintroducirlas en nuevos productos.
El director general de Fiab ha destacado la importancia de contar con un marco normativo que garantice la seguridad jurídica a las empresas para que puedan cumplir con la legislación. Para ello, ha dicho, es imprescindible promover la unidad de mercado a nivel europeo y evitar regulaciones autonómicas dispares que resten competitividad a la industria, así como fomentar medidas de apoyo públicas para las empresas que realicen inversiones en I+D+i y economía circular. Todo esto de cara a avanzar hacia la transformación verde del sector y la sostenibilidad social, económica y medioambiental.
Por otra parte, ha lamentado la intención de ampliación de los costes a asumir por los productores en materia de responsabilidad ampliada, mucho más allá de lo que recoge la Directiva Marco de Residuos. Esto supondría un impacto de miles de millones de euros, algo inasumible por la industria de alimentación y bebidas. Esta obligación de financiar los costes de la gestión de los residuos abandonados en el medioambiente o de la limpieza de vías públicas supone una desincentivación de las actuaciones a llevar a cabo por otros agentes (administraciones o ciudadanos) y resulta contraria a lo que la propia Directiva indica cuando dice que los costes de la Responsabilidad Ampliada del Productor son los derivados de la recogida separada y su posterior transporte y tratamiento.
En lo que respecta a la transposición de la Directiva de plásticos de un solo uso, García de Quevedo ha asegurado que resulta primordial establecer medidas a nivel europeo y nacional y no se debería ampliar el alcance de la Directiva a productos que no estén recogidos en su anexo, con el fin de no afectar la libre circulación de bienes envasados en el mercado de la UE.
Para poder cumplir con los objetivos obligatorios de incorporación de plástico reciclado en botellas de bebida es necesario asegurar por ley la disponibilidad de una cantidad mínima de plástico reciclado de calidad alimentaria. Para que esto suceda, es esencial impulsar este mercado para que la industria de alimentación y bebidas esté en igualdad de condiciones con el resto de cara a incorporar el plástico reciclado.
Mauricio García de Quevedo también ha insistido en la importancia de mantener el equilibrio fiscal, limitando el impacto del impuesto especial a los envases de plástico no reutilizables sobre el sector, adaptando su alcance a los objetivos medioambientales que persigue, permitiendo nuevas tecnologías de valorización como el reciclado químico y adecuando su entrada en vigor a la situación de crisis actual, con el objetivo de asegurar la competitividad de las empresas y una mayor renta disponible en el ciudadano que contribuya a la recuperación del consumo.