Revista
Pese a las graves consecuencias económicas que la pandemia está acarreando a la industria alimentaria, hay un sector que está floreciendo como nunca: el de la alimentación plant-based. Ya sea por los problemas de abastecimiento que ha tenido el sector cárnico en algunos países o por una mayor concienciación de los consumidores, conocedores de la relación entre consumo de animales y pandemias, las ventas de alternativas vegetales a la carne se han disparado. Empresas de Europa, China y Estados Unidos están invirtiendo en proteínas alternativas para asegurar su participación en este mercado de rápido crecimiento.
En España, la Universidad de Granada ha publicado recientemente un estudio que afirma que durante el confinamiento la población española adoptó hábitos alimentarios más saludables. Aumentó la ingesta de frutas, verduras y legumbres y disminuyó el consumo de carne roja, alcohol, alimentos fritos y bollería. Además, según un estudio de Upfield, 3 de cada 10 españoles y españolas optaron por consumir más alternativas vegetales de lo habitual y una quinta parte utilizó más ingredientes de origen vegetal en sus platos. Los motivos fueron la salud (67%), la curiosidad por probar recetas nuevas (35%) y la sostenibilidad (28%). Este estudio también revela que 8 de cada 10 encuestados tienen el propósito de mantener estos nuevos hábitos saludables, así como un mayor consumo de productos vegetales.
La tendencia hacia una alimentación más vegetal se refleja también en los supermercados españoles, que en los últimos meses han aumentado considerablemente su oferta de alternativas plant-based. Durante el confinamiento, Lidl incorporó a sus lineales un nuevo queso vegetal fabricado por García Baquero, y Heura, empresa española de carne vegetal, aumentó su distribución a minoristas en un 13.7%. Los productores también se han sumado a esta imparable tendencia. Como el Grupo Maheso, que lanzó hace unas semanas una línea de proteínas vegetales llamada Green Moments, disponible en El Corte Inglés, Hipercor, Alcampo y E. Leclerc, entre otros.
“El mercado mundial de la proteína alternativa es ahora una realidad innegable que ha pasado al radar de algunos de los mayores actores del sistema alimentario mundial”
El mercado plantbased también está experimentando un gran avance en China. En abril, Starbucks introdujo Beyond Meat y Oatly en la carta de más de 4200 locales del país y KFC comenzó a vender nuggets vegetales en algunas ciudades seleccionadas. En mayo, JUST egg llegó a China de la mano de JD.com, el supermercado online más grande del país asiático. Además, Nestlé anunció la apertura de una fábrica de carne vegetal en China y la empresa local de productos vegetales Starfield se asoció con seis grandes cadenas de restauración del país para lanzar su producto en cientos de restaurantes. Con todos estos datos, no es de extrañar que Impossible Foods, la conocida marca de carne vegetal, haya afirmado recientemente que todos sus esfuerzo de expansión están centrados en China o que Cargill, una de las mayores empresas cárnicas del mundo, vaya a lanzar a finales de junio una gama de productos vegetales.
Estados Unidos es el país en el que las ventas de alternativas vegetales se han disparado especialmente, con un crecimiento de hasta el 280% en las primeras semanas de marzo. En este tiempo, las ventas de leche de avena registraron cifras aún más impactantes, aumentando en un 300%. Esta tendencia continuó mucho más allá de las primeras “compras del pánico”. Mientras que las ventas al por menor en los Estados Unidos se desplomaron, Nielsen informó de un aumento del 264% en las compras de alternativas a la carne en las nueve semanas antes del 2 de mayo, lo que supone el mayor aumento de cualquier categoría. Gracias al coronavirus, el tofu se ha vuelto mainstream en el país, aumentando sus ventas en un 66,7% con respecto al mismo período en 2019.
Esta tendencia no pasa desapercibida a las empresas de proteína alternativa. Por eso, la inversión en proteínas vegetales y cultivadas en el primer trimestre de 2020 ha sido de 930 millones de dólares. Una cifra que ya supera los 824 millones de dólares invertidos en empresas de proteínas alternativas durante todo 2019. Las previsiones de MarketsandMarkets son también muy optimistas, pues pronostican un crecimiento anual de la carne vegetal de un 15% hasta alcanzar los casi 28.000 millones de dólares en 2025. En comparación, el mercado de la carne animal solo crecerá un 3% al año.
Dentro del mercado de las alternativas vegetales, las comidas preparadas y los quesos vegetales representan las mejores oportunidades de negocio. Así lo afirma un estudio de ProVeg Internacional llevado a cabo entre consumidores europeos de productos plant-based. Este estudio también revela que las alternativas vegetales a los mariscos y los huevos serán una nueva tendencia y recomienda a los fabricantes que amplíen sus carteras de productos para incluirlos. En cuanto a los atributos de los productos, los consumidores buscan sabores, texturas y, sobre todo, precios competitivos. Esto es debido a que actualmente la carne vegetal tiene un precio medio del 200% más elevado que las carne animal Se prevé que esta situación cambie a medida que un número cada vez mayor de agentes se incorpore al mercado y se incremente la producción.
Es evidente, el mercado mundial de la proteína alternativa es ahora una realidad innegable que ha pasado al radar de algunos de los mayores actores del sistema alimentario mundial. Un cambio que ya estaba avanzando a un ritmo inaudito en la industria alimentaria y que se está acelerando aún más por la actual pandemia.