Revista
Hostelería de España, Aecoc y Fiab reclaman al Gobierno poder participar activamente en el proceso de desescalamiento y relanzamiento del sector hostelero y que el ejecutivo considere sus propuestas. Las tres organizaciones, con el asesoramiento de la firma de servicios profesionales EY (antes Ernst & Young) y expertos en sanidad, han elaborado un plan que consideran "imprescindible y urgente" poder presentar a la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, encargada de coordinar todas las acciones del desescalamiento, a la ministra de Industria Comercio y Turismo, Reyes Maroto, y a la Oficina Económica del Gobierno.
El objetivo es ayudar al Ejecutivo, desde el conocimiento y la realidad del sector, a poner en marcha un Plan de Desescalada para la Hostelería en el que se tenga en cuenta cada territorio
El objetivo es ayudar al Ejecutivo, desde el conocimiento y la realidad del sector, a poner en marcha un Plan de Desescalada para la Hostelería en el que se tenga en cuenta cada territorio, así como un paquete de medidas que garanticen la seguridad sanitaria y minimicen el impacto económico para un sector que está sufriendo una crisis sin precedentes.
Así, el Plan para el relanzamiento del sector hostelero recoge la importancia de que la desescalada se adapte a la situación sanitaria de cada Comunidad Autónoma y, adicionalmente, a las características de cada tipología de establecimiento de hostelería de ese territorio.
Asimismo, el Plan incluye una “Guía de reapertura segura”, en coordinación con el Icte, entidad designada por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, para desarrollar estos planes. La Guía incluye un conjunto de medidas preventivas adaptadas a cada tipo de establecimiento y dirigidas a maximizar la seguridad de los empleados y proveedores, incrementando, asimismo, la seguridad del consumo en el punto de venta a través del distanciamiento social, medidas de higiene y seguridad alimentaria.
Además, el Plan recoge y presenta escenarios de diferentes velocidades de la desescalada en función de soluciones sanitarias (vacunas, test inmunológicos...) o soluciones tecnológicas (pasaportes sanitarios, QR, etc.) que puedan ser aprobados por el Gobierno y que permitan acelerar o contraer la velocidad del plan de desescalada, en base a unos indicadores que minimicen el riesgo de rebrote.