Revista
Las empresas de la industria cárnica de porcino conscientes de la importancia de su papel durante el estado de alarma para garantizar el abastecimiento a la población están trabajando a pleno rendimiento, pero bajo dos premisas fundamentales, asegurar la salud de sus trabajadores y de los productos que llegan al mercado.
Por un lado, todas las empresas han adoptado protocolos de bioseguridad, que además de incluir todas las medidas de higiene y salud recomendadas por las autoridades sanitarias para la prevención y protección contra el coronavirus, incluyen otras como el refuerzo en los métodos de acceso para empleados y proveedores o la limpieza y desinfección continua de instalaciones, maquinarias y zonas comunes.
Por otra parte, y para evitar la concentración de muchos trabajadores en las instalaciones están ampliando el número de turnos en las fábricas y también en la distribución, donde se ha reforzado el número de transportes para garantizar el abastecimiento de productos en los puntos de venta de todas las regiones de España.
Asimismo, y en cuanto los productos que llegan al mercado, también se han aumentado aún más los controles, ya de por sí los más estrictos del mundo, gracias a un modelo de producción, el europeo, cuya normativa contempla las mayores exigencias en cuanto a calidad y seguridad alimentaria, y que está avalado por un sistema de trazabilidad a lo largo de todo el proceso de producción, transformación y distribución hasta llegar al punto de venta.
A toda esa labor se añade el trabajo de solidaridad que las empresas cárnicas de porcino están demostrando, volcándose con los colectivos más desfavorecidos y con los profesionales que de una u otra forma luchan cada día contra el Covid-19. En este sentido, están realizando importantes donaciones, tanto económicas, para la compra de equipamiento sanitario, como de productos como: EPIs, guantes, mascarillas, etc; están repartiendo producto, como jamón serrano, jamón cocido, costillas, chorizo, salchichón…entre diferentes centros sanitarios, bancos de alimentos y ONGs; y han puesto en marcha sus propias iniciativas solidarias como: Food for Drivers o Food Trucks.