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El Observatorio de Tendencias de Mercabarna, ante el gran impacto del plástico sobre el medio ambiente que hace que la sensibilidad de los ciudadanos sea mayor y existan nuevas normativas europeas respecto a este tema, organizó, la pasada semana, la jornada 'Los envases de plástico en la distribución alimentaria: normativa, retos y estrategias '. La jornada reunió a un centenar de profesionales entre expertos en el tema y empresarios del recinto alimentario.
El 40% de la producción de plástico tiene como destino el sector del envase y el embalaje, del que depende, en gran parte, la competitividad y eficiencia del sector de la alimentación. En este sentido, Mercabarna, consciente del impacto del plástico en el ecosistema y recogiendo las inquietudes de las empresas que forman parte del Clúster Alimentario Mercabarna-Barcelona, organizó este encuentro en el que se presentó el estudio sobre 'El mercado del plástico en la distribución alimentaria ', encargado a la consultora MarketADD. El director general de Mercabarna, Josep Tejedo, destacó "la necesidad de estos espacios de encuentro para intercambiar experiencias entre los expertos y los empresarios para buscar alternativas más ecológicas a la hora de envasar los alimentos frescos".
En 2030, todos los envases reciclables o reutilizables
Ferran Tarradellas, representante de la Comisión Europea en Barcelona, trasladó la normativa comunitaria sobre envases y embalajes (Directiva UE 2018/852) y la estrategia para mejorar los flujos del material, fomentar su recirculación para que siga siendo un activo importante para la economía y a la vez paliar sus consecuencias más negativas sobre el medio ambiente.
El sector alimentario se enfrenta, por tanto, a un escenario donde el principal reto a alcanzar en 2030, tal como considera la estrategia de la UE es que todos los envases utilizados y puestos en circulación sean o bien reutilizables, o bien, fácilmente reciclables.
Además de esta situación de partida, el sector alimentario puede quedar impactado por la nueva directiva para los plásticos desechables -2018/172 (COD)- que pretende aplicar medidas para reducir el consumo o ampliar la capacidad de recogida de materiales sobre determinados productos plásticos destinados al consumidor final y los formatos de consumo 'para llevar'. Estos últimos formatos son los que más presencia incontrolada tienen en el medio marino, como es el caso, por ejemplo, las bandejas y envoltorios de comida rápida o los vasos o botellas para bebidas.
El estudio de mercado sobre los envases plásticos encargado por Mercabarna ha dimensionado el peso global de esta industria y su importancia tanto en Europa como España. Adrià Laguna, director de proyectos de MarketAAD, caracterizó los diversos usos y aplicaciones de los materiales plásticos en el sector alimentario, su función y los retos que representa la gestión de residuos de este material en la cadena de valor de la distribución alimentaria. Por ejemplo, se compartieron las conclusiones del estudio sobre Porex Challenge encargado por Mercabarna e Hispack, en el que se caracterizan los usos y oportunidades de innovación en la gestión del poliestireno expandido, en cada uno de los tres grandes sectores de Mercabarna -fruta y hortaliza, carne y pescado-.
Por su parte, Xavier Pascual director de Hispack, salón de Fira de Barcelona que aglutina la mayor oferta en maquinaria, materiales y procesos del sector del envase y el embalaje en España, explicó que las principales estrategias de innovación y ecodiseño se exponen en plataformas sectoriales como Hispack, que actúa como conector de todo el ecosistema del envase y el embalaje y donde los principales retos de futuro, como es el caso de la sostenibilidad, están necesariamente presentes y debidamente dirigidos.
Sostenibilidad
La jornada del Observatorio de Tendencias recogió también el testigo y casos de éxito de los expertos invitados a la mesa redonda que abordó de forma más sistemática los retos de poner en práctica esta innovación en sostenibilidad. Aleix Fortuny, Senior Packaging Engineer de BIP-Leitat, centro tecnológico de referencia a nivel europeo en gestión de procesos industriales, introdujo la necesidad de mejorar las vías de información sobre el final de vida de los envases y la viabilidad técnica del reciclaje de ciertos materiales que impactan directamente sobre el carácter sostenible de los mismos.
Àlex Brossa, director del Packaging Cluster, organismo que reúne compañías de la cadena de valor del envase y el embalaje, compartió el potencial de la sostenibilidad como motor de competitividad de las empresas, siendo los nuevos cambios normativos una palanca para abordar retos para implementar soluciones diferenciales en el envasado y distribución de productos.
Miquel Vidal, coordinador de Economía Circular de la Fundación Formación y Trabajo, un actor de referencia de la economía social a través del cual se canalizan muchos proyectos de innovación sostenible, compartió ejemplos de soluciones de envasado sostenibles con marcas y proveedores para sus formatos HORECA, llevados a cabo desde el ámbito de la economía social.
Por último, Ferran Tarradellas, representante de la Comisión Europea en Barcelona, invitó a los diferentes agentes y partes involucradas en la distribución a acercarse y participar de los instrumentos y líneas estratégicas de innovación que la Comisión Europea pone a disposición del sector alimentario para lograr un impacto más sostenible.
Alternativas
La jornada finalizó con un turno abierto de intervenciones de empresarios de los sectores de frutas y hortalizas, pescado y carne de Mercabarna que ya han comenzado a incorporar elementos más sostenibles en sus envases y embalajes. Algunos de estos empresarios expresaron las dificultades que están encontrando para conseguir proveedores que les suministren todos los componentes del envase unificados (bandejas, films, etiquetas ...), empresas certificadoras que trabajen con estos nuevos envases, así como soluciones sostenibles que sean asumibles económicamente y que continúen garantizando la máxima seguridad alimentaria.
Ante todo esto se encuentran que las empresas de la distribución alimentaria les demandan que aceleren los procesos de innovación para anticiparse al marco regulador y unos consumidores que buscan opciones más sostenibles, pero que no siempre bien informados sobre el tema.