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La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha presidido en la sede del Ministerio el acto de adhesión de empresas al Código de Buenas Prácticas Mercantiles en la Contratación Alimentaria.
Se trata de un sistema de autorregulación que permite ampliar, de manera voluntaria, los compromisos que asumen los operadores más allá de lo establecido en la Ley, para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria. Su objetivo es conseguir una mejora significativa del clima de confianza en las relaciones comerciales.
Con la aceptación de este código, los agentes se comprometen a aplicar prácticas mercantiles que fomenten relaciones justas, equilibradas y leales entre los operadores de la cadena alimentaria, y a resolver los conflictos a través del sistema establecido en el mismo.
En su intervención, la ministra García Tejerina ha destacado "el esfuerzo del Ministerio y de las asociaciones representativas de los agricultores, las cooperativas, las industrias y la distribución alimentaria para poner en marcha este Código". En particular, la ha reconocido la decisión de adherirse a un Código voluntario y el trabajo necesario para su puesta en marcha.
En este sentido, el 24 de noviembre de 2015 las asociaciones representativas de los agricultores, las cooperativas, las industrias y la distribución alimentaria firmaron el acuerdo que aprobaba el Código, y el 10 de diciembre de 2015 se publicó en el BOE mediante Resolución de la Dirección General de la Industria Alimentaria. Tras casi un año desde su puesta en funcionamiento, ya se han adherido 78 entidades y varias se encuentran en proceso de adhesión.
Aportaciones del Código de Buenas Prácticas
Entre sus principios básicos destacan el equilibrio y justa reciprocidad entre las partes, libertad de pactos, buena fe, interés mutuo, equitativa distribución de riesgos y responsabilidades, cooperación, transparencia, respeto a la libre competencia en el mercado y sostenibilidad de la cadena alimentaria.
Estos principios, ha apuntado la ministra, "son los pilares necesarios para que la cadena alcance un mayor equilibrio entre los distintos eslabones, y que contribuya a que contemos con un sector fuerte y cada vez más competitivo".
Los operadores podrán utilizar un logo con la mención de "Acogido al Código de Buenas Prácticas Mercantiles en la Contratación Alimentaria", y se les dará publicidad en la web del Ministerio
Además, su sistema de resolución de conflictos permite ofrecer una respuesta rápida, con reducidos costes operativos y con garantía de imparcialidad ante las posibles discrepancias que pudiesen ocasionarse. Otro de los puntos del Código determina que las organizaciones de productores y los compradores contarán con una mediación específica para cuando no haya acuerdo en la determinación del precio en la contratación de los productos agrarios no transformados.
Para interpretar y determinar el alcance de las cláusulas que componen el Código, se establece una Comisión de Seguimiento que realizará además una serie de funciones en relación con la promoción, seguimiento del grado de implantación y cumplimiento y mejora del formulado del Código.
Éxito del sector agroalimentario
García Tejerina se ha referido al incremento de la renta agraria, que en 2016 ha alcanzado la cifra de 25.255 millones de euros, un 5,1% superior respecto a 2015. También ha comentado que los datos de la industria son muy positivos, con una facturación en 2015 de 95.000 millones de euros (un 1,6% superior al año anterior), y con la creación de 10.000 puestos de trabajo.
Asimismo, García Tejerina ha destacado que España está a punto de superar los 46.000 millones de euros en exportación, y que alcanzamos por primera vez un superávit de más de 11.000 millones de euros. Actualmente, el sector agroalimentario en su conjunto supera el 10% de aportación al PIB español, y sostiene un empleo de más de 2,5 millones de puestos de trabajo. Para García Tejerina, esto no se hubiera logrado sin la voluntad de diálogo, la capacidad de trabajo y la responsabilidad del sector. "Hoy el sector agroalimentario español es más fuerte, equilibrado y, como consecuencia de ello, más competitivo", ha completado.