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Dentro del amplio abanico de tareas cotidianas en el hogar, la limpieza y cuidado del mismo es una de las más habituales e importantes, y cada vez involucra a más personas. No obstante, la decisión sobre qué productos adquirir cuando se hace la compra sigue recayendo más en la mujer (48%), aunque en una tercera parte de los casos es compartida por la pareja, según el informe "Hábitos de cuidado y limpieza del hogar", elaborado por la consultora Nielsen.
España es de hecho el tercer país europeo donde la mujer tiene menos "poder" de decisión de compra, solo superado por Rumania, Suecia e Israel (también incluido en el informe) y siete puntos por debajo del promedio europeo (55%); y es también el segundo donde la toma decisiones está más repartida. En cambio, cuando se trata sólo de la figura masculina nuestro país está en la media de Europa, el 17%.
En esa toma de decisiones de compra sobre los productos para la limpieza y cuidado del hogar, el principal factor para elegir una tienda es el precio (45%), destacando también los descuentos y ofertas (39%). Y es que el consumidor tiene interiorizada la búsqueda del ahorro en el ticket de compra, y cuando se muestra dispuesto a pagar más por determinados productos suelen ser categorías de gran consumo (alimentación y bebidas, belleza y cuidado personal) con cierto componente emocional, o bien artículos que les proporcionarán un valor añadido, como aquellos que percibe como saludables.
Otros aspectos a tener en cuenta por el consumidor a la hora de elegir dónde comprar los artículos con los que dejará impoluto su hogar son la disponibilidad de los artículos deseados (40%) y la amplitud de oferta en el lineal (35%). Estas afirmaciones están en línea con lo que recoge el informe Nielsen 360 sobre los motivos de elección de establecimiento para hacer la compra, siendo el tercero en importancia poder encontrar todo lo que se necesita en la misma tienda.
Eficacia
Sin embargo, y una vez frente al lineal, para los consumidores es importante la eficacia del producto y la relación calidad-precio, tal como afirman el 85% de los encuestados en el informe. Y es que la hipersensibilidad al precio desarrollada por los españoles no significa que se dejen de lado otros aspectos, y demandan que el importe pagado por el artículo se ajuste a su calidad y que el producto funcione bien y cumpla correctamente con su cometido.
También es importante que el envase del producto se adapte a las necesidades de cada hogar, como afirma un 68%. Al tratarse de productos de carga, la limpieza durante muchos años se ha presentado en el lineal con formatos grandes (los famosos tambores de detergente de 5 kilogramos), pero los cambios producidos en los hogares, como la cantidad de miembros que lo forman, ha supuesto que se demanden y, por tanto se desarrollen, envases más reducidos y prácticos (como las cápsulas monodosis).
Según Rafael Roche, Head Group Manager de Nielsen, "conviene recordar que el consumidor español no busca solo precio, sino también calidad, conveniencia, eficacia y que el producto se adapte a sus necesidades. Los españoles, y especialmente a raíz de la crisis, se han convertido en smartshoppers y esto significa que son más exigentes. No pensemos equivocadamente que al carecer estas categorías de un componente emocional, se valora sólo ahorrarse unos euros en el ticket final de compra".