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"El Día del Frutero" ha celebrado, por primera vez en España, su fiesta coincidiendo con la onomástica de su patrona, Santa Dorotea. La Dirección General de Comercio Interior del Ministerio de Economía y Competitividad y la Dirección General de Comercio del Ayuntamiento de Madrid, así como distintas asociaciones profesionales del sector como Coemfe (Confederación Nacional de Empresarios Mayoristas de Frutas y Hortalizas de España), Casem (Confederación de Asociaciones Empresariales de MercaMadrid), Asomafrut (Asociación de Empresarios Mayoristas del Mercado Central de Frutas de Madrid) y Adefruta (Asociación de empresarios Detallistas de Frutas y Hortalizas de Madrid), junto a la empresa pública Mercasa, se han sumado a esta acción impulsada por VI.P (Asociación de Productores Hortofrutícolas del Valle Venosta).
El escenario escogido ha sido el Mercado de La Paz, en Madrid, donde quienes hacían sus compras y los propios vendedores se han visto sorprendidos por una fiesta que ha incluido la actuación de un coro capitaneado por la cantante Ruth Lorenzo.
España es el segundo consumidor mundial de fruta y verdura por persona. Hasta noviembre de 2015 se consumieron en los hogares españoles cerca de 4.500 millones de kilos de fruta, lo que supuso un gasto superior a los 5.900.000 millones de euros, según los últimos datos del Magrama. Por otra parte, la Encuesta Anual de Comercio del INE refleja que la venta de fruta genera casi 160.000 empleos declarados entre los comercios al por mayor y al por menor, sin tener en cuenta grandes superficies como supermercados o hipermercados, que también disponen de una sección de frutería.
Dos canales bien estructurados permiten que la fruta llegue de los campos a las despensas. Por una parte está la distribución organizada, con seis grandes centrales de compra (que, sin ir más lejos, generan unos 10.000 empleos sólo en la manipulación y embalaje) encargadas de surtir a supermercados e hipermercados. Por otra, están los Mercas, una red de 23 grandes mercados distribuidos por todo el país en la que trabajan unas 1.500 empresas. Su actividad comercial mueve en torno al 50% del consumo nacional de frutas y hortalizas frescas y se dedica a abastecer a los pequeños comercios: fruterías de barrio, tiendas tradicionales y puestos de mercado.