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El pasado mes de octubre la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió un informe que asocia el consumo regular de carnes rojas (como la carne de ternera, cerdo, cordero, caballo…) y las carnes procesadas (jamón, bacon, salchichas, embutidos…) con el riesgo de padecer cáncer. Según un estudio realizado por IRI, las ventas en valor de las carnes procesadas se han reducido un 9% y un 10% en volumen en el periodo que comprende desde el 26 de octubre – día en que la OMS emitió el anuncio – hasta el 27 de diciembre, en hipermercados y supermercados de más de 100 m2.
Esta caída de ventas se está dando en la misma proporción tanto para los productos de peso fijo como de peso variable y al corte, aunque en estos últimos la caída del consumo es menor, del 8%. Aunque ya durante el mes anterior al anuncio se empezaba a apreciar una tendencia decreciente en las ventas de categorías de carnes procesadas, el efecto ha sido más acusado tras el anuncio de la OMS, aunque se suaviza durante la última semana de diciembre, coincidiendo con los días de Navidad, semana en que los productos al corte incluso remontan un 1,6% en volumen.
La mayoría de estos productos, según el Barómetro del Comprador de IRI, se adquieren en hipermercados y supermercados donde los compradores realizan su compra habitual (59% para carnes rojas y el 70% de carnes procesadas), pero hay un alto porcentaje de compradores – el 87% para carnes rojas y el 56% para carnes procesadas - que también lo hacen en comercios de proximidad, como en carnicerías / charcuterías que venden al corte, en mercados municipales o en colmados y tiendas de barrio.
Pero a pesar de la alerta de la OMS, un 87% de los compradores encuestados en el Barómetro afirma que no ha modificado sus hábitos de consumo de carnes rojas y procesadas, el 51% porque ya consumía estos productos de forma moderada y el 36% porque opina que el anuncio es exagerado y no va a cambiar sus hábitos. Sólo el 8% ha reducido su consumo parcial o total: de este reducido porcentaje de compradores, la mitad ha disminuído la cantidad de productos cárnicos que toman en sus raciones, el 36% los ha sustituido por otros tipos de productos no cárnicos (como queso o huevos), carnes blancas o pescado, y un 28% se fija más en la información de las etiquetas de los productos que compran. También cabe destacar un 8% que ha pasado a comprar productos de ganadería ecológica a raíz del anuncio de la OMS.