Revista
La última ley contra el plástico de Emmanuel Macron, presidente de Francia, ha entrado en vigor el 1 de enero de este año. Concretamente la que se refiere a la prohibición los envases de plástico en 30 variedades de frutas y hortalizas que se comercialicen en el país vecino. De momento están exentos los envases más grandes y la fruta picada o procesada.
Las autoridades estiman que algo más de un tercio de los productos hortofrutícolas que se venden en Francia cuentan con envoltorios de plástico, por lo que esta prohibición pretende evitar el uso de mil millones de plásticos de un solo uso cada año.
El objetivo de Francia es eliminar los plásticos de un solo uso para 2040. Un compromiso que ya está en marcha, después de que en 2021 prohibiera las pajitas, vasos y los cubiertos de plástico, así como los embalajes de poliestireno. Para este 2022, además, ha establecido la obligatoriedad de que los espacios públicos dispongan de fuentes de agua para reducir el uso de botellas de plástico, que las publicaciones se envíen sin envoltorios y que los restaurantes de comida rápida no puedan ofrecer juguetes de plástico gratuitos.
Otros países europeos han anunciado prohibiciones similares en los últimos meses, en cumplimiento de los compromisos adquiridos en la reciente conferencia COP26 de Glasgow.
En el caso de España, esta prohibirá la venta de frutas y verduras en envases de plástico a partir de 2023 para permitir que las empresas encuentren soluciones alternativas.